El melón de la financiación autonómica está en manos de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Ella liderará la negociación política del nuevo modelo, señalaron ayer fuentes gubernativas.

El traspaso del área ahora denominada de Administraciones Territoriales a la vicepresidencia del Gobierno supondrá también que el liderazgo de la financiación viaje también al nuevo Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales, adscrito a la vicepresidencia.

No obstante, las fuentes precisaron que Hacienda, donde han recaído estas competencias en los últimos cinco años, mantendrá una colaboración técnica en la discusión que ha de abrirse en las próximas semanas. Lógico al tratarse del departamento, el de Cristóbal Montoro, del que han de salir los fondos a redistribuir.

El traspaso de competencias se celebró ayer y Sáenz de Santamaría aseguró que su objetivo es «acortar» las distancias que «puedan alejar» al Gobierno de las comunidades autónomas y fortalecer los vínculos con un método: «El diálogo y el consenso».

Santamaría tomó posesión en un acto con Montoro, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y otros siete ministros. A la vicepresidenta le toca tomar el mando, entre otras cosas, de las complicadas relaciones con la Generalitat de Cataluña.

Este es uno de sus grandes retos, junto al de la financiación. El hecho de que la reforma del modelo haya subido de categoría y esté entre las tareas de la vicepresidencia se considera como una muestra de que es una de las cuestiones fundamentales de la nueva legislatura de Rajoy, ahora sin mayoría absoluta.

Santamaría aseguró ayer que su departamento se ha convertido en «el ministerio del diálogo», porque la nueva competencia territorial se suma al diálogo parlamentario que ya le correspondía impulsar por encargarse de las relaciones con el Congreso de los Diputados.