Cruzado el puente de los ministerios sin ningún éxito, el PP valenciano examina su peso en Madrid con la renovación del segundo escalón. El partido ha empezado y debe concluir a más tardar el viernes próximo con la aprobación por el Consejo de Ministros de las secretarías de Estado.
Con la experiencia reciente y el Ejecutivo continuista diseñado por Mariano Rajoy, las expectativas no son demasiado elevadas tampoco. No obstante, la líder del PPCV, Isabel Bonig, está en la tarea: ayer se dejó ver en Madrid con motivo de la toma de posesión de Fátima Báñez al frente, una legislatura más, del departamento de Empleo.
El mantenimiento de Susana Camarero como secretaria de Estado de Igualdad y Servicios Sociales es la opción más fiable para los populares valencianos. El Ministerio de Sanidad ha cambiado de dueño, pero Dolors Montserrat no es una desconocida para Camarero. Ambas han compartido jornadas en el Congreso de los Diputados en los últimos años y mantienen una buena relación, señalan en el PPCV.
Con todo, el equipo de Bonig confía en lograr «algo más». Camarero lleva años asentada en Madrid y no puede decirse que esté en el círculo de confianza de la actual jefa del PP valenciano. Bonig luchó para que la alto cargo ocupara plaza por Valencia en la lista al Senado y no al Congreso de los Diputados, como Génova pretendía inicialmente.
Pero las opciones de cazar algún puesto más en el segundo nivel son reducidas, reconocen en el entorno de Bonig. Se da por hecho que los ministros que repiten continuarán con los equipos que ya tienen formados, así que la esperanza está puesta en los nuevos: Montserrat, Cospedal, Zoido, De la Serna, Nadal y Dastis. Podrían contarse también ahí las competencias de Administración Territorial ganadas por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
Para esos huecos los nombres valencianos que más suenan en los mentideros „certezas no las hay hasta casi el último minuto„ son de dirigentes con experiencia en la gestión. El del delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, es un clásico. Se le unen los de otros dos exconsellers de peso: José Císcar y María José Català. Y aparece también el castellonense Miguel Barrachina, portavoz en la comisión de Fomento del Congreso de los Diputados y con una excelente relación con Ana Pastor.
Quien se da por perdido en un escalón inferior es Rubén Moreno, que era la persona de confianza del exministro Alfonso Alonso. El exsecretario general de Sanidad ocupa ya la coportavocía del grupo popular en el Congreso.
