Los municipios afectados por la declaración de suelos «transitorios» en el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del litoral de la Comunitat Valenciana (Pativel) han recibido con satisfacción el anuncio de la elaboración del plan, aunque eluden pronunciarse sobre su viabilidad en las zonas más conflictivas y creen que, en general, acabarán siendo desarrolladas por agentes privados.

En el caso concreto de Benicarló, el Pativel afecta a toda la costa norte de la ciudad, desde la rambla Cervera hasta el barranco de Aiguaoliva. Por lo que respecta a la Mar Xica, el consistorio pedirá que el primer tramo de playa -desde la escollera hasta la rambla de Cervera-, sea calificado como playa urbana, ya que se encuentra frente a un terreno urbano como es la Partida Povet».

El alcalde de Nules, David García, municipio que se vería afectado por el Pativel al tener varias zonas calificadas como SNU de refuerzo litoral 2, explicó ayer que no tenía información sobre este proyecto y que antes de realizar una valoración al respecto necesitaba «estudiar mejor» las implicaciones de la localidad.

En cuanto a Borriana, con suelo afectado por la disposición transitoria, el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Bruno Arnandis, precisó que el Pativel «no afecta sustancialmente a la zona de Sant Gregori, ya que este PAI se encuentra muy avanzado» y podría estar terminado en cinco años.

El PAI Doña Blanca Golf de Torreblanca, ubicado en el litoral norte del municipio, está incluido en una disposición transitoria. «El Pativel no nos afecta realmente. Únicamente nos dicen que tenemos cinco años para comenzar las obras y otros cinco para terminarlas. Es un periodo razonable», explicó la concejala de Urbanismo Rosana Villanueva, que recordó el sector está ya reparcelado. Este plan urbanístico tiene una superficie de 1,9 millones de metros cuadrados.

Por su parte, El Ayuntamiento de Alcalà de Xivert mostró su preocupación ante la posibilidad de que el Pativel impida el desarrollo de algunas urbanizaciones en Alcossebre incluidas en la disposición transitoria. Para ello, el pleno aprobó meses atrás una moción para que la Generalitat «permita la construcción de hoteles en los suelos urbanizables pendientes de desarrollo en primera línea de costa y el desarrollo de urbanizaciones verdes sostenibles, de baja densidad y turismo rural, en Cap i Corb».

Al sur, el Ayuntamiento de Orpesa pidió al Consell «flexibilidad» en varios sectores incluidos en la revisión del PGOU. Una de las zonas afectadas por el Pativel es el Rajolar, que corresponde a la albufera. El consistorio criticó las medidas correctoras propuestas por la Generalitat. El Pativel busca también proteger el paraje de la Renegà.

Cautela en Valencia

Por su parte, la alcaldesa del Puig, Luisa Salvador, indicó ayer que «el consistorio está estudiando el documento porque el proceso de participación pública acaba de comenzar». Los técnicos habrán de evaluar «en la medida que afecta a los planeamientos vigentes en la población para formular alegaciones». Salvador ha preferido no pronunciarse sobre el contenido del plan «hasta tener un mayor conocimiento».

Mientras, fuentes oficiales del Ayuntamiento de Cullera declaran estar a las espera de disponer información oficial. El consistorio ya aprobó en junio con los votos a favor de PSOE, Compromís y Gent per Cullera y la abstención del PP i Ciudadanos iniciar los trámites para la suspensión temporal de la ejecución del programa de actuación integrada de la Bega, más conocido como el «Manhattan» de Cullera, que preveía la construcción de 33 torres de 25 alturas y dos hoteles de 40 pisos, además de una marina interior con puerto deportivo para 800 amarres y puerto pesquero. Ocupaba 610.000 metros cuadrados junto a la desembocadura del río Xúquer y su desarrollo ya estaba previsto en el plan general urbano de 1995.

En la comarca de la Safor el Pativel protege definitivamente la playa de l'Auir, tres kilómetros de línea litoral virgen entre Gandia y Xeraco que actualmente cuenta con dos millones de metros cuadrados de suelo urbanizable que serán parque público.

En Tavernes de la Valldigna también queda definitivamente protegida la franja de terreno de cuatro millones de metros cuadrados en la que se había proyectado la macrourbanización denominada «la Vall del Mar». El Pativel únicamente ratifica su protección, dado que anteriormente la Generalitat ya había desestimado toda posibilidad de construir allí, al ser zona inundable.

En cuanto al resto de municipios, los ayuntamientos tendrán cinco años para poder poner en marcha los proyectos de urbanización que ya están programados. En esa situación están los sectores Marenys y entrada a la playa de Tavernes de la Valldigna, Marenys de Gandia y distintas zonas urbanizables de Oliva.