La asesoría jurídica del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) considera que la instrucción de la Dirección General de Tráfico (DGT) de que los vehículos de movilidad personal deberán ir por la calzada y no por las aceras, salvo que lo autoricen los ayuntamientos, no afecta a las personas con discapacidad que se desplazan en silla de ruedas o en scooters, que son siempre consideradas como peatones.

Ante la falta de un aclaramiento público de la DGT, el Cermi indica que la Instrucción 16/V-124 de la DGT señala que los dispositivos de movilidad personal tendrán la consideración de «vehículos» desde el ámbito de la legislación de tráfico, según la definición que sobre ellos hace la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.

Esa misma norma define al peatón como «persona que, sin conductor, transita a pie» y «quienes empujan o arrastran un coche de niño o de una persona con discapacidad o cualquier otro vehículo sin motor de pequeñas dimensiones, los que conducen a pie un ciclo o ciclomotor de dos ruedas, y las personas con discapacidad que circulan al paso en una silla de ruedas, con o sin motor».Por lo tanto, el Cermi considera que «la deambulación de las personas con discapacidad en silla de ruedas y asimiladas, con o sin motor, están excluidas del concepto del vehículos de movilidad personal» porque «se considera, lógicamente, que son peatones».

La instrucción de la DGT que ha generado la controversia en el sector de la discapacidad no detalla a qué tipos de vehículos se refiere: sólo los describe como «vehículos capaces de asistir al ser humano en su desplazamiento personal» y que puedan llevar motor eléctrico. En todo caso, es una propuesta a los ayuntamientos, que son quienes tienen la potestad de regular la circulación en sus cascos urbanos y, más concretamente, el uso de las aceras.

Una regulación específica

La Confederación de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunitat Valenciana (Cocemfe) ya ha exigido que «no se ponga a las personas con discapacidad en el mismo saco y que esta instrucción no afecte a los usuarios de scooter por motivo de su discapacidad, puesto que se pondría en riesgo su seguridad y supondría una normativa contraria a sus derechos». Por eso, Cocemfe reclama «una regulación específica para el uso de scooters utilizadas por las personas con movilidad reducida» para que puedan circular por las aceras.