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«Podemos no es populista, aunque el origen es transversal»

La dirigente valenciana Àngela Ballester sitúa en el 15M «la vacuna» contra el avance xenófobo en Europa

«Podemos no es populista en el sentido que se está dando al término y en el que se le intenta insertar desde algunos foros». Es la voz de Àngela Ballester, una de las dirigentes valencianas de la formación morada.

«Es verdad que lo que explica la aparición del fenómeno es transveral», añade en referencia al alejamiento de las capas populares y de una clase media empobrecida de la política tradicional, pero Podemos «no tiene nada que ver» con Donald Trump, el brexit o la extrema derecha europea».

Bajemos a lo concreto. Vale que tanto Trump como Podemos se oponen al tratado transatlántico de comercio (TTIP), admite, pero con diferentes fines. El del partido de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón es el de defender a los pequeños productores locales y autónomos, desprotegidos ante las grandes empresas, dice.

Que ese movimiento de oposición a la política establecida sea diferente en España a lo que está sucediendo en buena parte de Europa o ahora en Estados Unidos se debe, según la diputada e historiadora valenciana, al 15M, que fue «una vacuna contra la tentación de enfrentar a los últimos contra los penúltimos de la escala social». Se refiere a la reacción xenófoba contra inmigrantes y refugiados que acompaña el auge de los movimientos populistas.

«El 15M fue una acción distinta, fue mirar hacia los de arriba en busca del origen de los problemas», argumenta Ballester, secretaria de coordinación en la dirección estatal de Podemos.

Podemos, así, no se ha desplazado de «la defensa de la vía democrática y de la justicia social», cuestiones que alejarían a la formación del populismo, de acuerdo con el razonamiento de la política valenciana.

La mayoría de expertos cuestionan asimismo que se pueda identificar a Podemos con el populismo dominante en el mundo occidental.

«Sí hay un populismo de izquierdas -sostiene el sociólogo Antonio Ariño-, pero se impone el conservador, lo que no deja de ser paradójico, porque la globalización neoliberal es la que ha destruido seguridades». «Lo de Podemos combina muchas otras cosas. Yo no lo identificaría y lo veo lejos de una capacidad para hegemonizar el cambio» añade.

Joaquín Martín Cubas considera que el planteamiento de fondo de la formación morada «sí es populismo de izquierdas», pero «no se ha salido del marco democrático y parece que defiende un planteamiento de Estado del Bienestar. En otros aspectos genera dudas de hacia dónde quiere ir».

«El populismo de Podemos es diferente al de Trump porque es académico, de libro. Se asemeja más al modelo hispanoamericano», aporta el politólogo Eli Gallardo al debate.

«Confundir Podemos con Trump o con el Frente Nacional francés no es justo», opina Josep Fontana. El partido de Iglesias, argumenta el historiador, «ha sabido sacar fruto de una protesta que surge de abajo, de las organizaciones sociales. Lo que pasa es que no ha tenido capacidad para unificarlas, porque tampoco tiene el mensaje adecuado».

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