La mayor cumbre bilateral de la democracia entre la Comunitat Valenciana y Cataluña, celebrada en el Palau de la Generalitat Valenciana el 19 de septiembre con más de un centenar de miembros en cada una de las delegaciones y con el Corredor Mediterráneo como tema estrella, costó 2.405 euros para el desayuno y el almuerzo de pie que mantuvieron los invitados, encabezados por los presidentes Ximo Puig y Carles Puigdemont.

Así se se desprende de las facturas presentadas por Presidència tras una pregunta parlamentaria formulada por la portavoz adjunta del Grupo Popular, Eva Ortiz. El PP había reclamado copia «de todos y cada uno» de los expedientes de contratación y de gasto, así como las facturas de un encuentro criticado en su día por los populares, que acusaron al president Ximo Puig de «hacer de alfombra de Puigdemont» y dar «alas a las ansias independentistas de los soberanistas catalanes y de sus mismos socios de gobierno en el Consell».

La comida estuvo preparada y servida por los alumnos del Centre de Turisme (CdT) de Valencia. El Consell ha aportado cuatro facturas. Un horno de la Avinguda del Port de Valencia les sirvió 915 euros en pasteles buffet y 292,5 euros en surtido de bollería para toda la mañana: 1.328 euros en total. En el Corte Inglés se gastaron 602,35 euros, principalmente en verdura, mojama, anchoa y gambas: 170 euros en alistado (o gamba roja) y 50 euros en langostino cocido. La logística para cocinar las paellas en el Palau de la Generalitat costó 296 euros: alquiler del equipo de paella, suministro de gas butano y entrega y recogida de los equipos mediante una empresa de Paterna. Por último, una empresa de Museros les vendió el menaje de usar y tirar (platos, cubiertos y vasos de plástico) por 178 euros.

En total, 2.405 euros, según la documentación aportada por Presidència un mes y medio después de la pregunta registrada en las Corts por el Grupo Popular.

Aquel día, 43 estudiantes y profesores de Cocina del CdT de Valencia elaboraron el menú para los representantes políticos, sociales, institucionales y empresariales presentes en aquella cumbre de cinco horas de duración. Todos comieron de pie mientras los camareros paseaban las bandejas con los platos y las bebidas (de las que no dan cuenta las facturas).

Aquel día, el menú servido fue, todo ello en formato pequeño: cremoso de queso trufado con setas; buñuelos de bacalao; coca confitada con sobrasada, cebolla y pasas; titaina; salpicón de langostinos de Vinaròs; sepia con mahonesa de plancton; tosta de higo y anchoa; mojama con caviar de aceite de la Serra d´Espadà; croqueta de marisco; pulpo con cebolla; y dos arroces en platos desechables y cucharita de plástico: paella valenciana y arroz de pescado con gambas.