Los residentes en los municipios que marcan la «frontera» entre la Comunitat Valenciana y Aragón tienen ya garantizada la asistencia sanitaria primaria y especializada en los centros médicos que les sean más cercanos, independientemente de si están o no en su comunidad de origen. Así queda establecido en el convenio de colaboración entre las dos autonomías que suscribieron ayer la consellera de Sanidad Carmen Montón y su homólogo aragonés, Sebastián Celaya. El documento viene a poner negro sobre blanco una realidad que se venía dando sin cobertura desde 2011, año en el que expiró el acuerdo inicial firmado en 2006.

Gracias a este acuerdo, 8.574 personas de las áreas de salud aragonesas de Cantavieja, Mosqueruela, Mora de Rubielos o Sarrión podrán acceder a servicios como el hospital de Vinaròs o el de Castelló que les son más cercanos de los que, en un principio, les corresponderían en su comunidad. De igual forma, otros 2.460 valencianos de municipios como Ademuz o pequeñas poblaciones castellonenses como Puebla de San Miguel o Herbés, tienen también garantizada la atención en centros de Primaria como el de Valderrobles o el hospital de Alcañiz, a 50 minutos de esta población. De ir al correspondiente hospital -el de Vinaròs-, los residentes en Herbés deberían emplear una hora y cuarto en completar los 83 kilómetros de distancia.

Montón aprovechó para recordar los 303 millones que el Estado adeuda a la Comunitat en compensaciones por atender a pacientes desplazados.