La senadora Rita Barberá, que declarará el lunes ante el Tribunal Supremo por el presunto blanqueo de dinero en el PP del Ayuntamiento de Valencia, reapareció ayer en público en la apertura solemne de la legislatura en el Congreso y se sentó en la bancada del Partido Popular durante el acto que presidieron los reyes.

La exalcaldesa de Valencia entró sola en el Congreso y posó sonriente ante los medios de comunicación. Aunque salió del grupo popular del Senado tras ser imputada y pasó al mixto, ayer optó por colocarse en escaños del hemiciclo que habitualmente ocupan diputados del PP, concretamente en una de las últimas filas a la derecha del hemiciclo.

Al igual que todos los diputados y senadores, Barberá fue invitada a participar en esta ceremonia solemne de apertura de la legislatura. Los que no participaron en el saludo al rey fueron los diputados de Compromís, que se unieron a Bildu, Esquerra Republicana y Unidos Podemos en este plante.

Respecto a la presencia de la exalcaldesa, el portavoz de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, criticó que acudiera a la sesión de apertura de las Cortes y al «besamanos» posterior; eso es lo que «daña la dignidad» del Congreso, y «no que los diputados de Unidos Podemos no aplaudieran al rey», replicó Errejón. Por su parte, Isabel Bonig (PPCV) calificó de «inaudito» que Compromís no saludara al rey.