Con una gran riqueza natural amenazada por los cultivos intensivos y el crecimiento de la ganadería es con lo que se encuentran los geógrafos cuando llegan a Paraguay. Ana María Merenciano, vicepresidenta de la delegación valenciana del Colegio de Geógrafos de España, asegura que hay «mucho por hacer» en países latinoamericanos como Paraguay, Chile o Costa Rica, que sufren una pérdida de hábitats naturales, la contaminación del agua o el acaparamiento de tierras para grandes monocultivos.

Merenciano colabora en un proyecto del Centro de Investigación del Chaco Americano y estuvo en Paraguay los meses de verano para realizar tareas de cartografía. Según relata, este país americano cuenta con ecorregiones que sufren deforestación, como el chaco, una amplia llanura en la mitad occidental de Paraguay; y la mata atlántica, la continuación natural de la selva amazónica, en la región oriental.

Las masas forestales y los ecosistemas del país guaraní se reducen por el crecimiento de la ganadería y los cultivos intensivos. La geógrafa titulada por la UV, apunta que Paraguay es el segundo exportador de carne de América Latina y uno de los productores de soja más importantes, lo que provoca una de las mayores tasas de deforestación del mundo ante la necesidad de pastos.

Tras pisar el terreno, Merenciano volvió a España a finales de septiembre. Ahora, redacta una publicación científica sobre los sistemas silvopastoriles (que combianan árboles y ganadería) y sus beneficios en la conservación de ecosistemas, frente a las producciones intensivas perjudiciales para la naturaleza. La idea es conseguir un modelo que compatibilice la protección del medio ambiente con la productividad, explica, partiendo del ejemplo de las dehesas españolas, donde producción y naturaleza no compiten por el espacio.

Oportunidad laboral

En Latinoamérica «queda mucho por hacer» y la delegación valenciana del Colegio de Geógrafos apuntan que el continente «abre puertas» a realizar prácticas o conseguir una oportunidad en nichos ya ocupados en España. Allí, la conservación de los ecosistemas en espacios ganaderos agrícolas aún es un ámbito «poco estudiado».

A pesar de malas prácticas de la caza o los negocios madereros ilegales, Merenciano dice que los gobiernos y las sociedades cada vez están más concienciados con el problema y, además, reciben fondos internacionales para solucionarlos.

La investigación en la que participa se realiza junto al Centro de Investigación del Chaco Americano y la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas de España, y con fondos privados. En 2014 y 2015, otros geógrafos españoles también trabajaron en Paraguay. Es, como lo consideran desde el Colegio de Geógrafos, la manera que tienen estos profesionales cualificados de poner «un granito de arena» para conseguir «un desarrollo sostenible e inteligente».

Para la geógrafa valenciana es «muy triste» comprobar «que se ha acabado con gran parte de estos ambientes naturales», pero asegura que al ser áreas tan grandes, como el chaco, «aún se puede salvar una parte».