La posibilidad de que Eva Ortiz, actual número dos popular del PP valenciano vuelva a ocupar un escaño en el Parlamento Europeo abre la puerta a un intercambio de fichas que podría tener impacto sobre la dirección regional o el grupo popular en las Corts.

Una carambola a varias bandas ligada a los cambios en La Moncloa que puede provocar un movimiento de calado en las filas populares. La posibilidad de que la oriolana Eva Ortiz, actual número dos de Isabel Bonig en la dirección regional del PP, vuelva a ocupar un escaño en el Parlamento Europeo podría tener efectos colaterales. Un juego de piezas que los dirigentes populares guardan en secreto desde hace 72 horas y que se resolverá en los próximos días. El pasado viernes, durante la segunda ronda de nombramientos, Rajoy designó a Pablo Zalba, hasta ahora eurodiputado, nuevo presidente del Instituto Crédito Oficial. Ese destino obligará a Zalba -número nueve de la lista del PP a Bruselas en las europeas de 2014- a renunciar a ese puesto. Su plaza, en teoría, le corresponde a la extremeña Auxiliadora Corre. Si renuncia sería Eva Ortiz la que tendría encima de su mesa el pasaporte para volver al Parlamento Europeo. La número dos regional de los populares se muestra reacia a dejar la escena política valenciana, en la que ha logrado convertirse en una colaboradora directa de Isabel Bonig y a un paso del congreso regional de la próxima primavera.

Con todo, ayer Ortiz evitó el tema en la reunión de la dirección popular. Su salida supondría un movimiento en el grupo de las Cortes, donde ocupa una portavocía adjunta con gran visibilidad en los últimos debates.

Mientras, el PPCV presentó ayer la campaña Que no te borren la sonrisa para denunciar una subida de impuestos por parte del Consell. Según el PP, el Consell pretende recaudar 840 millones más de los ciudadanos valencianos «para pagar la subida de sueldos de los altos cargos, la contratación de asesores y la creación de agencias donde ´enchufar´ a sus afines».