La Generalitat Valenciana acepta el reto de alcanzar un gran Pacto Nacional de Infraestructuras lanzado por el nuevo ministro de Obras Públicas, Íñigo de la Serna, aunque advierte que este pacto pasa por aceptar la inclusión «prioritaria» en el mismo del Corredor Mediterráneo y rechaza que se utilicen las cifras de su elevado coste para justificar los retrasos «o la adopción de soluciones de tercera con el parche de la implantación del tercer hilo», afirmó ayer la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio María José Salvador.

La consellera presidió junto al secretario autonómico Josep Vicent Boira la reunión del Fòrum Valencià pel Corredor Mediterrani en la que se puso en común todos los avance y trabajos realizados para impulsar esta infraestructura.

Ambos alertaron sobre el uso que se hace de un informe de 2011 sobre los costes del Corredor Mediterráneo, que sitúan en algo más de 53.000 millones de euros. «Espero que esa cifra nadie la vuelva a utilizar para escudarse en que el corredor es muy caro porque esa cifra no es real», aseguró Boira.

«Queremos que el Corredor tenga un tratamiento especial en el pacto», aseguró la consellera, justificando su petición en el «clamor» de la sociedad valenciana reivindicando la infraestructura, una petición a la que se sumaron 15 municipios y 20 mancomunidades reunidos en Paterna.

El ministro entra al debate

Ayer, el ministro realizaba sus primeras declaraciones sobre el Corredor Mediterráneo tras reunirse con el presidente de la Región de Murcia Pedro Antonio Sánchez, con el que se comprometió a que el AVE llegue a Murcia en 2017 y terminar ese año dos de los tres tramos del corredor que afectan a esta región. Sobre el tercero, Pulpí-Cuevas del Almanzora, que acumula 17 meses de retraso por no disponer de los terrenos, dijo que estos problemas han desaparecido y espera que Sacyr «reconsidere» su voluntad de abandonar las obras.

Íñigo de la Serna adelantó que tiene previsto dar una rueda de prensa para contar «en detalle» el grado de avance de los trabajos en el Corredor y dio muestras de haber tomado contacto con el proyecto aunque su visión, por el momento, no dista mucho de la de su antecesora Ana Pastor . «Es curioso que se haya podido acometer una inversión de más de 6.000 millones y sin embargo pueda existir la sensación de que no se han realizado actuaciones», declaró a EFE.

Destacó que hay tramos como el de Tarragona-Vandellós «en los que se ha conseguido desbloquear la situación y se vuelve a avanzar. Por su parte, en el tramo Valencia-Vandellós ha señalado que hay más dificultades técnicas».

«El Gobierno tuvo que poner en marcha más de 70 actuaciones que estaban paralizadas y eso lleva mucho tiempo y se ha resuelto extraordinariamente bien, aunque pueden quedar algunos flecos y hay algunas actuaciones en situación delicada», apuntó.