Si la violencia machista golpea, lo hace todavía con más saña en colectivos de mujeres ya marcados de por sí como el de las drogodependientes. Los especialistas estiman que la incidencia de la violencia contra las mujeres es tres veces superior en este colectivo que en la población general y que, nueve de cada diez mujeres que están en tratamiento con metadona son, además, maltratadas de alguna manera por los hombres ya sea física, psicológica, económica o sexualmente.

Conscientes de la fuerte vinculación entre consumo de drogas y maltrato, la Conselleria de Sanidad va a poner a disposición de este grupo de mujeres plazas específicas en las comunidades terapéuticas y las viviendas de apoyo al tratamiento que hay a disposición de las personas en proceso de deshabituación.

De esta forma, las mujeres con adicciones que, además sean víctimas de la violencia machista, tendrán prioridad en disfrutar de alguna de estos recursos asistenciales ya que se han reservado en exclusiva para estos casos 42 plazas tanto en comunidades de deshabituación y rehabilitación como en viviendas con personal técnico donde se les apoya para «limpiarse» o en aquellas en las que ya se trabaja para incorporarse a la vida social o laboral.

De estas 42 plazas específicas, 15 ya están en marcha en diversas centros residenciales de deshabituación por toda la Comunitat Valenciana aunque, a partir de mayo se sumarán otras 15. El resto, son puestos específicos para mujeres adictas y maltratadas en viviendas de apoyo al tratamiento (6) y en viviendas de apoyo a la incorporación social (otras 6).

22,5 millones de inversión

En total, sumando los nuevos recursos para esta realidad social y los que se renuevan para atender a la población drogodependiente en general, la Conselleria de Sanidad va a invertir cerca de 22,5 millones de euros en la contratación de un total de 169 plazas asistenciales en total. El pleno del Consell tiene previsto dar este viernes el visto bueno a esta renovación de plazas que incluye esta novedad para dar acogida y tratamiento a estas mujeres doblemente estigmatizadas.

La contratación de recursos asistenciales es la parte final de una cadena que también tiene un principio: la detección del maltrato en este colectivo de mujeres. Al igual que se ha hecho en la Atención Primaria, en la que se ha puesto en marcha un sistema de cribado para aflorar parte de la violencia machista que permanece oculta, la Conselleria de Sanidad ha creado una guía de intervención ante la violencia de género en mujeres con adicciones.

En este caso el documento se orienta hacia los profesionales que más en contacto están con esta realidad, los que trabajan en las 33 Unidades de Conductas Adictivas (UCA) de la Comunitat. En este documento se pone de relieve la relación entre maltrato y drogas y se dan pautas para detectar la violencia con indicadores concretos de sospecha (lesiones, recaída en la adicción, relaciones sexuales forzadas, alteraciones psicológicas, aislamiento social?) y un protocolo de intervención cuando la sospecha pasa a confirmarse.

La prostitución, la trata con fines de explotación sexual o la dependencia emocional de parejas consumidoras son también «puentes» que se establecen entre el ámbito de la adicción a las drogas y el de la violencia machista.

Esta guía y los recursos asistenciales específicos para este colectivo es una más de las actuaciones que la Conselleria de Sanidad está poniendo en marcha para luchar contra la violencia machista en el ámbito sanitario. Ya en marcha está el protocolo contra la Mutilación Genital Femenina y diversas campañas de concienciación.

De entre las actuaciones, una de las que más resultados está dando es el cribado universal que se está haciendo en las consultas de Atención Primaria y que ha duplicado el número de mujeres consultadas comparadas con las del año pasado. La consellera de Sanidad, Carmen Montón, destacó ayer que hasta septiembre, ya se habían detectado 1.766 casos positivos de violencia en este ámbito de las más de 65.200 mujeres consultadas.