«El paper divulgador d'estos premis permetrà que sorgisquen més vocacions científiques i un major esperit emprenedor entre els nostres jóvens, als quals anime a avançar amb valentia pel camí de la ciència». Con estas palabras en valenciano cerró ayer el rey Felipe VI su intervención en la ceremonia de entrega de los Premios Jaime I que acogió la Llotja de Valencia. Esta es la primera vez desde su ascenso al trono en junio de 2014 que el monarca preside junto a la reina Letizia este homenaje a la ciencia y el emprendimiento que tributa la sociedad valenciana a través de la Fundación Premios Rey Jaime I.

Durante su discurso, el jefe del Estado ha señalado que nuestro país cuenta «con sobrado talento», insistiendo en que «ninguno sobra para todo lo que aspiramos». Todo un toque de atención a la sangría que supone el éxodo de jóvenes investigadores que no tienen cabida en el debilitado sistema de Investigación y Desarrollo (I+D) nacional. España, según la OCDE es el país europeo que más recortó en I+D durante la crisis (un 34,69 % entre 2009 y 2013), retrocediendo en una década la inversión en ciencia.

Para evitar que nadie sobre en ciencia, Felipe VI llama a incentivar la investigación y la innovación «aún en medio de incertidumbres y dificultades». El rey asegura que en España «se hace muy buena ciencia», pero «no es suficiente, ni nos podemos conformar». Por ello insta «a redoblar esfuerzos» en aumentar la inversión tanto pública com privada «que no están todavía al nivel de los países de nuestro entorno».

En nombre de los seis galardonados intervino el microbiólogo de la Universidad de Alicante, Francis Mojica, premio de Investigación Básica. «Disfrutamos de lo que hacemos y nos reconforta que nuestro trabajo sirva en beneficio de la sociedad», dijo. En un discurso en la misma línea que hace un año, porque el relevo generacional en la ciencia española sigue siendo una asignatura pendiente, los Jaime I piden «poner fin a la fuga de talentos». «Si no recuperamos a nuestros jóvenes que se han visto obligados a desarrollar su labor investigadora en el extranjero, lo tendremos cada vez más difícil», subrayó Mojica.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, también insistió en frenar el éxodo de los jóvenes investigadores, para lo que reclama un pacto de Estado por la ciencia. «El camino del progreso nunca es fácil, pero quedarse parados es aún peor», dijo parafraseando a la doble premio Nobel Marie Curie.

«Sin científicas no hay futuro»

Precisamente, la visibilidad de la mujer en la ciencia fue el eje del discurso del alcalde de Valencia, Joan Ribó. «Sin la ciencia no hay futuro, y yo añadiría que sin científicas tampoco», recalcó. Así, insistió en «romper las barreras invisibles que continuan existiendo». Y lo hizo pidiendo que se empiece por los Jaime I, que desde hace dos años no premian a ninguna mujer y que entre los 133 galardones que han repartido en 28 años solo hay siete científica. Así, exigió que estos premios «tengan en la consideración debida a las mujeres de cualquier campo del saber».