El exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo ha relatado que la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, fallecida este mismo miércoles, estaba "muy triste" y "muy decepcionada", también por el comportamiento de "algunos compañeros de partido".

En declaraciones a La Sexta, recogidas por Europa Press, ha puntualizado que así es como la encontró cuando se vieron por última vez, el día de la apertura solemne de las Cortes, cuando ella, como senadora, acudió a la sesión en el Congreso y se sentó junto a los diputados del PP, pese a que desde septiembre no era miembro del partido.

Es más, ha afirmado que él mismo dio hace tiempo una entrevista en la que lamentaba que "muchos de los que la entronizaron en los altares ahora pretenden no conocerla". "Es en estos casos cuando se ve lo peor de la condición humana", ha añadido.

Para Margallo, con Barberá "se ha producido un linchamiento moral antes de que hubiese un pronunciamiento judicial" y "una condena mediatica ante de que hubiese una condena por el tribunal competente", en su caso el Tribunal Supremo que la investigaba por presunto blanqueo en el 'caso Taula'.

El exministro ha desvelado que el día que se vieron en el Congreso se citaron para cenar, y que tenían previsto hacerlo este martes por la noche, junto al senador Pedro Agramunt. Sin embargo, ha añadido que éste no pudo localizarla ayer, de manera que la cena no se celebró.

También en declaraciones a Antena 3 ha señalado que, como ese día la vio "muy abatida", le comentó que los rumores apuntaban a que el caso se archivaría, "un poco con el deseo de que fuese verdad y sobre todo para transmitirle ánimos". Y ha añadido que, según le dijeron amigos comunes, estaba "sometida a una medicación muy fuerte porque estaba atravesando una depresión muy profunda".

Para Margallo, "lo tremendo es que haya muerto como ha muerto, y sobre todo el sufrimiento q ha experimentado durante todos estos días". También ha relatado que lo último que le dijo a él fue "No tengo nada, y lo único que tengo, que es el honor, también me lo quieren quitar". Barberá, ha añadido, tenía un patrimonio muy modesto y ninguna fortuna.

A su juicio, es posible que para ella marcase un ante y un después su baja de militancia en el PP (después de que el Tribunal Supremo decidiese investigarla por Taula), teniendo en cuenta que, según cree, debía de tener "el carnet número 4 de Alianza Popular". En todo caso, ha añadido que llevaba muy mal su situación, el haber pasdo de serlo "todo en Valencia" a verse "asediada", con pintadas en las paredes de su casa deseándole la muerte, y no hablando más que con el taxista que la llevaba de un lado a otro.

"No fue excluida, pidió la baja"

No obstante, ha discrepado del presidente de honor del PP, José María Aznar, que ha lamentado que Barberá falleciese habiendo sido "excluida" de su partido, replicando que darse de baja del PP fue "una decisión peronal de Rita para no perjudicar al partido" y que le honró "enormemente".

Según ha dicho, éste mismo martes el decía que si se archivaba la causa contra Barberá y ella tomaba la decisión de pedir el reingreso "era obvio que iba a ser recibida con todo el cariño y todos los honores por parte del PP".

Preguntado por la decisión de Unidos Podemos de no participar en el minuto de silencio que se ha guardado en el pleno en su memoria, ha recordado que la culpabilidad o inocencia la dictamina un juez, así que "emitir juicios previos a esa decisión judicial es subvertir e ignorar lo que es el Estado de Derecho".

De su trayectoria política, ha dicho que se queda con el momento en que ella decidió, en 1991, encabezar la candidatura del PP a la alcaldía de Valencia, con las encuestas en contra. También su identificación con Valencia y con la gente, porque "era muy de estar con la gente".