Pedro Sánchez llegó a Valencia en AVE, y en la estación le recogió en su coche el diputado nacional José Luis Ábalos para trasladarlo a Xirivella. Y tras el acto de Xirivella, comer con varios de los alcaldes y dirigentes y descansar, el exlíder socialista acudió a Sueca para participar en los actos del centenario de la agrupación socialista local, una de las primeras en mostrarle su apoyo frente al comité federal.

Tras visitar la sede del PSOE de Sueca y volver a reivindicar la celebración de un congreso extraordinario en un acto en el Ateneo de Socorro (donde tuvo la oportunidad de saludar al diputado de Compromís Joan Baldoví), Sánchez mantuvo un encuentro a puerta cerrada con alrededor de un centenar de dirigentes comarcales y locales en el casal de la falla Bernat Aliño. Esta «reunión de trabajo», tal como la definió el secretario local del PSPV, Dimas Vázquez, no figuraba en la agenda de actos del exsecretario general socialista, pero ya por la mañana «su gente», según la definió Vázquez, había visitado el local fallero para preparar la reunión, convocada por el propio Sánchez «para hablar con tranquilidad con los dirigentes locales».

Según explicó Dimas Vázquez al terminar este encuentro, Sánchez insistió en que «el tiempo de la gestora ha terminado» y mostró su deseo de que la federación socialista valenciana «se pronuncie sobre la convocatoria de las primarias y el congreso». Según Vázquez, Pedro Sánchez cuestionó que el presidente de la Generalitat Ximo Puig «pactase para evitar que gobernara el PP en la Comunitat Valenciana, pero que después apoyara su dimisión por intentar lo mismo en España». Los asistentes le preguntaron al exlíder socialista si volverá a optar a la dirección del partido, pero al igual que había hecho por la mañana, evitó pronunciarse. «Nos ha dicho que no es el momento, pero que estará defendiendo un proyecto colectivo. Y también que no hay que olvidar la historia de 130 años del PSOE pero que hay que evolucionar para lograr los pactos de izquierdas».