La presencia del portavoz socialista en las Corts, Manolo Mata, en la reaparición en Xirivella del líder caído del PSOE, Pedro Sánchez, fue la sorpresa del sábado para la dirección del PSPV. Hasta cierto punto, no obstante, porque al veterano político se le suele colgar la etiqueta de «verso libre». Y no es sin motivos.

Que acudiera al acto del representante de las tesis internas contrarias a las que propugna el líder del PSPV, Ximo Puig, no deja de ser llamativo, si bien es también un gesto de coherencia personal, porque Mata apoyó el no a la investidura de Rajoy en el comité federal de la ruptura socialista, la postura de Sánchez.

Mata no se define como un fiel del exsecretario general. Al contrario, le atribuye un puñado de errores. Pero su último giro a la izquierda le parece un movimiento interesante y atractivo. Además, tenía un motivo añadido para estar: la presencia de José Antonio Pérez Tapias, el portavoz estatal de Izquierda Socialista, la corriente en la que Mata está adscrito. Tapias combatió en las últimas primarias con Sánchez, pero en la crisis actual está de su lado.

«Manolo es así», era la respuesta ayer en Blanqueries ante la sorpresa del sábado, si bien se preguntaban si, más allá de apoyar el no a Rajoy, era necesario ocupar un puesto visible en el acto de Sánchez. Es lo que tiene jugar en política sin expectativas ya de cargos futuros, añadían. Todo está permitido.

El portavoz parlamentario tienen además la confianza plena de Puig. Y a la inversa: el jefe del Consell sabe que Mata no estará en una operación orgánica contra él, aunque pueda estar en posiciones críticas. Forma parte del encanto. Ese papel díscolo concede además una imagen de pluralidad y apertura al PSPV y a Puig, como este resalta a menudo. Así que, guste más o menos al aparato, será hasta la próxima. El jefe del Consell ya se deshizo de la carta de dimisión que le presentó antes del comité federal.

Por otra parte, Puig optó ayer por ignorar al exlíder. Lo que diga sobre la gestora del PSOE la parece «absolutamente respetable» pero su prioridad es la C. Valenciana y no quiere que la agenda valenciana la marque otra persona, manifestó tras un acto. Y contrapuso a la visita de Sánchez la de hoy del presidente de Aragón, el otro líder autonómico que dimitió para forzar la caída de aquel.