Pelearon mucho para que el Consell aprobara la Ley de custodia compartida -que el PP sacó a la luz con el apoyo de Compromís- y también durante el proceso judicial que ha acabado con la derogación de la norma por parte del Tribunal Constitucional. Están desolados. Ahora, la custodia compartida ya no es prioritaria cuando existe desacuerdo entre las partes. Ahora, la custodia vuelve a ser para la madre. «Es un desastre. Acabamos de retroceder en nuestros derechos tras conseguir la igualdad... Y no acabamos de entender cómo ha podido pasar porque a nosotros lo único que nos preocupa es el bienestar del menor, lo que es mejor para nuestros hijos, y lo que es mejor es estar con sus padres: con su padre y con su madre», explica David Ferrer, uno de los miembros de la Plataforma Cívica por la Custodia Compartida.

Y es que, David Ferrer apunta que un padre separado o divorciado que tiene un hijo cuya custodia pertenece a la madre se convierte «en un hombre que tiene un régimen de visitas para estar con su hijo, como si fuéramos presidiarios. X días, X fines de semana alternos. Tiempo limitado y escaso. Un desastre».

Desde la plataforma pelearon tanto para que la ley se aprobara como para que no fuera anulada. Protestas, manifestaciones, concentraciones, reuniones con políticos... Sin embargo, los afectados tienen la sensación de que el gobierno valenciano no ha estado a la altura y «no ha peleado este tema. Sentimos que el Consell no ha hecho nada para defender los derechos de los valencianos. Retrocedemos en derechos porque impiden que la Comunitat Valenciana tenga su propia legislación, cuando otras regiones sí la tienen», apunta.

Sobre las críticas de los detractores de la ley -entre las que figuran argumentos como que lo que persigue la petición de custodia compartida es eliminar la pensión de manutención para los hijos- Ferrer es contundente. «Eso es una falacia. Lo que queremos los afectados que defendemos la custodia compartida es, realmente, un sistema de coparentalidad donde exista una cuenta mancomunada para los gastos del menor sin custodias, régimen de visitas ni pensiones. No es una cuestión de dinero pero este tema se ha judicializado y es un error. Lo mejor para un hijo es pasar tiempo con su madre, por supuesto, pero también con su padre», argumenta.

Y ahora, con la derogación de la ley «damos un paso hacia atrás, y es un paso de gigante». «Retrocedemos en derechos sin que nuestros políticos hayan hecho nada al respecto. Me gustaría destacarlo porque creo que ha sido así y no lo entiendo. Lo repetiré una y mil veces. Solo nos preocupa el bienestar del niño porque ahora volvemos a estar a merced de que tu exmujer te quiera conceder o no, compartir la vida con tu propio hijo», concluye.