El papa Francisco ha firmado hoy el decreto por el que se reconocen las «virtudes heroicas» y por el que se le otorga también el título de "venerable" al sacerdote valenciano José Bau Burguet (Valencia 1867-1932).

La fase inicial de la beatificación de este religioso se inició en 1958 en Valencia y fue clausurada en 1965, y desde entonces el proceso continúa en la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos, para que, finalmente, «el caso José Bau Burguet pueda ser declarado beato y posteriormente santo», según ha informado el Arzobispado de Valencia.

El valenciano nació en 1867 en una alquería de la huerta de Valencia e ingresó durante su juventud en el Seminario de Valencia. A los 21 años obtuvo una beca en el colegio de la Presentación y Santo Tomás de Villanueva, del que fue nombrado años más tarde rector. En 1891 recibió la ordenación sacerdotal y seguidamente desempeñó la coadjutoría de Segart y posteriormente la de Santa Mónica de Valencia.

Bau Burguet también fue nombrado párroco de Masarrojos y, después de ocho años en esta parroquia, retomó su cargo como rector del Colegio de la Presentación y director de las Religiosas Operarias Doctrineras. Al establecerse en 1911 la Unión Apostólica en la diócesis de Valencia, el sacerdote fue elegido por unanimidad como primer director, cargo que desempeñó hasta 1932.

Finalmente, en 1925 tomó posesión de la parroquia de San Sebastián de Valencia, que regentó hasta 1929, para morir tres años más tarde con «fama de santidad», como ha relatado la Archidiócesis. Décadas más tarde, sus restos fueron trasladados en 1955 desde el cementerio a la parroquia de Masarrojos, donde fue inhumado en la capilla de la Purísima.

Por otro lado, el papa Francisco también ha ratificado el decreto de martirio de la causa instruida por la diócesis de Valencia de los Siervos de Dios Vicente Queralt y otros 20 integrantes de la familia vicenciana. Este proceso arrancó en 2004 y supone que los mártires ya pueden ser beatificados.

En esta causa hay siete sacerdotes de la Congregación de la Misión, cinco de las diócesis de Barcelona, Girona y Cartagena, dos religiosas hijas de la Caridad y siete Laicos de la Asociación Hijos de María de la Medalla Milagrosa, entre los que se encuentra el valenciano Rafael Lluch Garin, todos ellos asesinados durante la Guerra Civil.

Según señala el Arzobispado, con 19 años, Lluch fue detenido en 1936 en Picassent, donde su cuñado regentaba una botica. «Anarquistas efectuaron una inspección en la farmacia y el valenciano impidió que profanaran un cuadro de la Virgen María, por lo que fue encarcelado y tres días más tarde fusilado en el término municipal de Silla», afirma el arzobispado .