La inundación del sótano del Conservatorio Superior de Música (CSM) Joaquín Rodrigo de Valencia tras las fuertes lluvias del domingo, que han obligado a suspender las clases toda esta semana en las 24 aulas de esta planta inferior, no son una novedad en este centro educativo con 700 alumnos. «Ya se inundó incluso poco antes de inaugurarlo la reina Sofía el 22 de junio de 2010», asegura Rafael Sánchez, profesor de Improvisación del CSM. «Todo este desastre viene porque el edificio está mal hecho, pues en los siete años que tiene se ha inundado cuatro veces», añadía Manuel Ramada, profesor de Percusión.

Ambos se encontraban ayer entre los más de cien estudiantes y docentes afectados por la paralización de las clases que se plantaron ante la Conselleria de Educación para reclamar soluciones. La inundación ha inutilizado 24 de las 65 aulas del CSM, impidiendo que una veintena de profesores puedan impartir sus materias y afectando en mayor o menor medida a los 700 alumnos, pues en el sótano se imparten todas las asignaturas teóricas, cinco especialidades (Jazz, Percusión, Dirección, Composición y Musicología), así como los talleres de escena de canto y danza.

Entre las pancartas que portaban los alumnos, además de denunciar que el conservatorio está «con el agua al cuello» o reivindicar «un centre en condicions», destacaba el eslogan «lo barato sale caro». Sin embargo, el CSM Joaquín Rodrigo no se puede decir que le haya resultado barato al erario público, pues acabó costando un 49 % más del presupuesto por el que se adjudicó el 6 de noviembre de 2006.

La empresa pública Construcciones e Infraestructuras Educativas SA (Ciegsa) adjudicó la construcción del conservatorio por 9.770.100 euros a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Cuatre Carreres, formada por las mercantiles Evimaj S.L. y Penadés S. L. Sin embargo, durante los tres años largos que se prolongaron los trabajos, las obras se encarecieron con sendos modificados de 2,3 millones y de 1,5 millones, a los que hay que añadir 977.000 euros de la certificación final. Así pues, el coste total del CSM fue de 14.556.630 euros, casi 4,8 millones más del presupuesto inicial por el que se adjudicó.

Cuatro años de sobrecostes

La licitación y adjudicación del conservatorio superior de Música Joaquín Rodrigo se hizo durante la etapa al frente de Ciegsa de Máximo Caturla, uno de los supuestos cabecillas de la trama de presuntas mordidas en la obra pública y financiación ilegal del PP desmantelada en la Operación Taula.

En los cuatro años que Caturla controló Ciegsa se adjudicaron actuaciones por 439,8 millones que generaron una factura final de 565,8 millones, lo que eleva el sobrecoste a 126 millones (28,6 % ).

Caturla, en libertad con cargos tras imponerle el juez una fianza de dos millones de euros, también fue el máximo responsable de las finanzas del PP en la provincia de Valencia desde finales 2004 hasta mitad de 2007.