El acusado aprovechaba su condición de presidente de la coral para llevarse a los niños a cantar a alguna ciudad española o al extranjero. Una vez allí, valiéndose de su autoridad y del hecho de estar alejados de sus padres, cometía presuntamente los abusos. Según los denunciantes, escogía siempre a los más pequeños para que durmieran en su habitación con él. Asimismo les instaba a que durmieran sin calzoncillos debajo del pijama y duchaba por parejas con los menores. I. C. valencia