El PSPV no se ha inmutado después de que la comisión gestora haya parido un equipo de sabios para diseñar su estrategia de futuro sin valenciano alguno. Nueve son, al menos por ahora, y ninguno de Blanqueries. Figura, eso sí, Ignacio Urquizu, diputado por Teruel, sociólogo muy próximo a Ximo Puig, con quien tiene línea directa, y uno de los nuevos valores en alza del partido.

No obstante, la cúpula socialista valenciana no exterioriza síntoma alguno de inquietud por la ausencia. Por dos motivos. Uno, porque el grupo de trabajo constituido por la gestora no es algo cerrado y formal, sino más bien la punta de lanza de una estructura amplia que es la que preparará los grandes documentos de cara al esperado congreso socialista. Y dos, porque prefiere en este momento ir por libre: considera que ya está bien representado en la gestora (con José Muñoz) y que lo importante para el PSPV es su propia convención de ideas, que realizará en enero y que promete como «potente».

Añaden fuentes de la dirección del PSPV que no hubieran tenido problemas para colocar a algún enviado si lo hubieran considerado, pero no era el objetivo ahora.

Con todo, la composición del grupo de expertos refleja un fenómeno que no es nuevo: el escaso peso del PSPV en la materia gris en la que tradicionalmente se apoya Ferraz a la hora de perfilar estrategias y a la que casi todos los líderes acaba recurriendo. Rafael Simancas, Valeriano Gómez o Jesús Caldera forman parte de ese magma de pensamiento que sale siempre a flote.

Simancas está junto con el citado Urquizu en el grupo de nueve (abierto y sin solista principal) que ya ha mantenido alguna reunión. Los otros siete son tres exministros de largo recorrido en el partido -Ramón Jáuregui, Rosa Conde y Matilde Fernández- y una exsecretaria de Estado con Zapatero (Amelia Valcarcel), además de Eduardo Madina, Luz Rodríguez y José Andrés Torres Mora.

Madina y Urquizu son los más jóvenes en un equipo que recurre a la veteranía, en el que domina el pedigrí madrileño y vasco, y en el que, además de la ausencia valenciana, sobresale la del PSC, cuestionado por díscolo.