Las razones que en su día se esgrimieron para justificar el encargo a las mutuas sanitarias sirven ahora pero en sentido contrario para argumentar la rescisión. El departamento que dirige Bravo sostiene que el acuerdo no sirvió, tal como se dijo, para luchar contra el absentismo laboral. El PP de Fabra, en plena cruzada por la austeridad, incluyó esta medida en un ambicioso plan contra el absentismo que buscaba acabar con un mal endémico en la Administración. Según los datos facilitados en su momento y referentes al año 2011 se perdieron nada menos que 2.146.000 días por bajas laborales. El documento, con el que el Consell quiso justificar ante la opinión pública su exigencia de mayor control a los empleados, contenía datos muy significativos sobre el absentismo por incapacidades temporales de los trabajadores de la Administración. Así, reveló que el colectivo sanitario (más de 52.000 trabajadores) era el que en términos absolutos resultaba más absentista y rompía el tópico de que los profesores eran los más proclives a caer enfermos. Su índice de ausencia era el más bajo; 3,96 %, casi un punto y medio por debajo que el de los médicos.
El objetivo del plan de Fabra era reducir el índice de ausencias por Incapacidad Temporal (IT) (bajas médicas) en medio punto por año, pero incluía otras medidas más allá del traspaso de la gestión de los accidentes laborales a las mutuas. Así, se elaboraron protocolos para hacer «seguimiento preciso del absentismo de repetición y de baja duración y un seguimiento de aquellos profesionales médicos que emiten un mayor número de bajas por IT».
También se propuso el control de las entradas y salidas del personal público mediante la instalación de sistemas de huella digital, un asunto que, tal como informó este diario, se ha quedado encima de la mesa por los reparos de la Abogacía de la Generalitat a la regulación de los ficheros de carácter personal. En el complejo administrativo 9 d'Octubre el sistema de tornos y huella digital está instalado, pero no se utiliza. En principo, el Consell no parece interesado en activar una medida de control que disgusta al personal.
Con todo, los sindicatos admiten que la única medida que realmente ha sido efectiva para reducir el absentismo no fue el concurso de las mutuas, sino los recortes del Estado en las prestaciones por las bajas laborales, una cuestión que sigue vigente.
