El presidente de la Diputación de Valencia Jorge Rodríguez ha defendido esta mañana a Víctor Sahuquillo, gerente de Divalterra, la empresa pública de la corporación heredera de Imelsa. "Se ha metido la pata pero no la mano", ha indicado el máximo dirigente de la diptuación. Sahuquillo lleva semanas bajo el foco mediático por, entre otras cuestiones, la revelación de facturas que se pasaron a la firma en las que aparecían gintonics y otros licores consumidos en comidas de empresa.

"Han sido errores que se deben a la torpeza. Lo esencial es abordar el futuro de la empresa, que debe dedicarse a la promoción económica. El resto de competencias pueden ser trasladadas a otras instancias", ha detallado Rodríguez durante un acto en el museo de la Beneficiència. Además, el presidente de la corporación ha añadido que no ve "razón alguna" para apartar a Sahuquillo del cargo.

En este sentido, el futuro del gerente pende de un hilo, como publica hoy Levante-EMV, ya que los planes de los responsables de la firma pública pasan por aligerar la misma. "Evidentemente, en una Divalterra con menos competencias y menos trabajadores, no hace falta tantos mandos", ha deslizado Rodríguez. Sin embargo, no ha querido aclarar si en ese caso, el que quedaría fuera de los mandos sería Sahuquillo. "Lo que ha hecho no es grave. Será opinable si es ético o no, pero no es grave. Lo cierto es que es le momento de poner orden", ha zanjado el presidente de la diputación.