Discriminatorio, de trato desigual, con recomendaciones paternalistas y condescendientes, plagado de estereotipos de roles de género, con lenguaje sexista... El Institut Valencià de les Dones le envió el pasado 2 de diciembre un informe a la Junta Central Fallera (JCF) de Valencia para indicar que el texto que marca las directrices que deben seguir tanto las falleras mayores como sus cortes de honor es "desigual y discriminatorio". Y no solo en un caso, ni en dos.

De entrada, el informe asegura que darle tanta importancia a la vestimenta, a la apariencia de las falleras mayores y las integrantes de la corte, imponerles que se maquillen, que lleven zapatos de tacón, que sonrían de forma discreta o que eviten bromear en los actos está, directamente, "fuera de lugar". Y es que, para el Consell estas indicaciones trasladan un mensaje: la principal función de la fallera es meramente decorativa, cuando "lo que son es parte esencial de la fiesta". De eta forma, la responsable del Institut Valencià de les Dones, Maria Such, recomienda a la JCF que limiten las recomendaciones e instrucciones sobre vestimenta "a los códigos estándares de etiqueta o de vestimenta protocolaria que, en ese caso, han de implicar necesariamente a los dos sexos".

Pero ahí no queda la cosa. El Consell afirma que nada ni nadie debe imponerle a la fallera que vaya acompañada, cuanto menos que esta persona sea, sí o sí, un hombre que, además, pueda o no decirle si su escote es muy amplio o su falda muy corta. "El servicio de acompañamiento debe ser voluntario, sin que eso implique relación de subordinación o de obligatoriedad de cumplir una serie de requisitos, ni para ellas ni para sus familias". Si son mayores de edad, ellas deciden. En el informe, además, se recomineda la utilización de perífrasis como "la persona acompañanate" para no asignar el rol de poder al sexo masculino.

El témino "senyoreta" debe pasar a la historia por tener carácter «discriminatorio», según el informe. Hace referencia a una mujer soltera y «aporta datos sobre la vida privada de la mujer que no tiene porque trascender». ¿La recomendación? Falleras, falleras infantiles, «xiquetas» y «senyoras».

De esta forma, el Consell le pide a la JCF que haga los deberes y cambie un reglamento plagado de ejemplos donde "se reproducen roles y estereotipos de género" y se trata a la mujer como un mero objeto decorativo. De hecho, cuando Levante-EMV publicó las normas impuestas desde hace años en la JCF se desató tal polémica que el presidente del organismo y concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, las retiró horas después. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, encargó un informe al Institut de les Dones que no deja lugar a dudas: Ni las falleras mayores son parte de la decoración de la fiesta fallera, ni nadie debe imponerles la vestimenta, ni la compañía, ni cómo comportarse. Punto.