Vecinos de la comarca de la Costera intentaron alertar ayer a las autoridades sobre los vertidos que se estaban registrando en el río Clariano entre Ontinyent y Aielo de Malferit, donde el agua fue adquiriendo tonalidades que iban desde el rojo hasta el azul, tal como demuestran algunas imágenes obtenidas por la tarde.

Según aseguran los denunciantes se trata, presumiblemente, de tintes empleados en la industria textil y los vertidos, anticipándose a las lluvias torrenciales, una práctica habitual que nadie ha logrado atajar.

Al parecer, algunas industrias, con o sin depuración propia, retienen durante semanas parte de sus vertidos más tóxicos o visibles, como en el caso de los tintes, hasta que llega la oportunidad en forma de aviso de lluvias torrenciales. Si tienen depuradora ahorran costes al desviar caudales del proceso y si tienen que pasar por el alcantarillado municipal realizan el vertido sin posibilidad de ser detectados.

Ayer, la lluvia se retrasó probablemente unas horas e hizo que los vertidos quedaran en evidencia.