Tres atracadores sembraron el pánico el pasado viernes por la noche al irrumpir con el rostro cubierto en un supermercado ubicado en una zona céntrica de Chella. Los asaltantes iban armados y amenazaron con una pistola y cuchillos a las empleadas, a las que obligaron a tumbarse en el suelo mientras sustraían dinero de la recaudación. Los hechos se produjeron en el momento del cierre del establecimiento, cuando ya no había ningún cliente en su interior.

Según las fuentes consultadas, el dinero sustraído superaría los 3.000 euros. El asalto, que se saldó sin heridos, podría tener relación con otros robos registrados en los últimos días en la comarca.