Los puertos de Valencia, Sagunt y Gandia sufrieron ayer de lleno las consecuencias del temporal. Una veintena de buques de mercancías permanecieron bloqueados hasta las 19.00 horas, cuando la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) autorizó la entrada de dos ferrys de Acciona y Baleària, así como un buque de contenedores y otro de ro-ro (mercancías rodadas). Además, el carguero Istra, en fase de subasta pública y atracado en el espigón Túria, sufrió roturas de amarres y tuvo que ser rescatado por remolcadores.

Uno de los colectivos más perjudicados ha sido el de los camiones, que ayer tuvieron que soportar colas de más de ocho kilómetros para acceder al recinto del Grao a través de la V-30 y la V-31. Las terminales trabajaron en el interior de sus instalaciones a un ritmo bajo debido a las intensas ráfagas de viento, sin bien los camiones no pudieron acceder a los muelles hasta que los mercantes comenzaron a escalar en el puerto de Valencia.

También la factoría Ford de Almussafes sufrió paros de cuatros horas en el turno de noche de las plantas de producción de vehículos debido a un fallo eléctrico provocado por la tormenta.

Además, el polígono industrial de Riba-roja, el más grande de la Comunitat Valenciana junto con al de Fuente del Jarro, estuvo colapsado por la mañana como consecuencia de los cortes de tráfico en sus accesos por inundaciones.