Empezó el año asegurando que se habían acabado los recortes en Sanidad pero para el usuario todavía hay mucho en lo que trabajar. ¿Cuándo se va a notar en la asistencia?
Creo que ya se están notando algunas cuestiones de recuperación de derechos. La universalidad: son 16.ooo las personas que han recuperado la atención sanitaria en la Comunitat Valenciana. Luego las ayudas al copago, que hemos aumentado 5 millones en estos presupuestos… esto son resultados encima de la mesa. Hay otras cosas que no podemos ir tan rápido pero casi un millón de personas tienen un antes y un después. De otras cuestiones vamos a empezar a recoger los frutos en el 2017 y 2018: el reto que tenemos por delante es dignificar los espacios y nuestros equipamientos y tecnología.
Para esto hace falta dinero…
Hacen falta dos cosas: más presupuesto y una mejor gestión. Sí tenemos más presupuesto aunque todavía no es suficiente. En los dos primeros años de la última legislatura del PP se disminuyó el presupuesto de Sanidad en 551 millones de euros y nosotros en los primeros años hemos aumentado en 591 millones. Ahora hay que gestionarlo mejor. Estamos trabajando en medidas de ahorro como la compra centralizada, que nos va a producir un ahorro de 3,5 millones en 2017.
¿Ha podido hablar ya con la nueva ministra?
Tenemos tres cosas fundamentales, la primera es que el gobierno central pague a la Comunitat Valenciana las deudas que tiene como el Fondo de Garantía Asistencial (FOGA), de atención a desplazados. Hemos acumulado 300 millones de euros que nos tiene que compensar y no lo está haciendo desde 2012. Luego en cuanto a hepatitis C, el gobierno central nos adeuda de los 127 millones de euros de 2015, 27 millones de euros y de 2016 aún no sabemos lo que nos corresponde. Nosotros seguimos dando los tratamientos porque salvan vidas. Lo último son los recursos de inconstitucionalidad a la universalidad y el contencioso administrativo que tiene con las ayudas frente al copago y el recurso de prescripción enfermera
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¿Qué espera de ella?
Primero que nos reciba. Ha pasado ya algún tiempo y aún no tenemos una contestación formal y después, simplemente, que cumpla con su obligación.
Su conselleria está poniendo sobre la mesa alguna de las leyes más disruptivas del nuevo Consell como la de muerte digna. ¿Están marcando la pauta del nuevo Consell?
Creo que, en general, el gobierno del Botánico es muy social. En Sanidad sí es cierto que hemos tenido algunas cuestiones emblemáticas como esta medida. Creo que era necesaria y considero que la sociedad valenciana es madura y va a afrontar este debate. Creo que todos hemos vivido una situación dolorosa donde algún conocido merecía haber terminado sus días con mayor paz y esto es lo que haremos, además de dar mayor seguridad jurídica a los profesionales sanitarios que hasta ahora lo están intentando hacer pero sin cobertura jurídica.
Este ha sido el año del inicio del fin de las concesiones. Se presentó el documento para revertir Alzira con 6 meses de adelanto pero aún no hay datos concretos de cómo va a ser. ¿Se tiene ya?
La hoja de ruta está fijada y el diálogo es constante con la junta de personal y el comité de empresa. Nadie se va a ver perjudicado, la transición va a ser eso, una transición, los trabajadores van a seguir cobrando a final de mes. En cuanto a la asistencia sanitaria, que nadie tema, que no va a mermarse en nada.
Pero esa falta de concreción parece que está dando alas a una campaña de desinformación.
Esta falta de concreción es prudencia. Creo que una de las características de este gobierno es que, el diálogo, de verdad se realiza. Soluciones mágicas al 100 % con las que todos estaremos de acuerdo no existen, eso también hay que adelantarlo pero, hasta no que no lleguemos a ese punto más satisfactorio para todos, yo prefiero no hacerlo público. No quiero hacer ver mis preferencias sin haber escuchado todo lo que tenemos que escuchar a los trabajadores.
Parece claro que habrá un periodo transitorio mientras se hacen oposiciones. ¿Se ha hecho algún modelo o previsión?
Tenemos más de uno. Lo que me ponen encima de la mesa son tres hojas de rutas pero ninguna es perfecta. Tenemos que ver cuál conviene más.
Se anunciaron auditorías económicas y de gestión de las que no hay resultados. ¿Los habrá?
Se están haciendo las auditorías, es cierto que están tardando más de lo que me hubiera gustado pero entiendo que los técnicos necesitan este tiempo. Nosotros sí estamos haciendo el control de calidad y corrigiendo algunas cuestiones como la Neurocirugía que se estaba realizando en Dénia sin tener la ratio del ministerio para dar una calidad óptima.
La Ribera saca pecho de su buena gestión, por ejemplo, en listas de espera. ¿Esas auditorías van a justificar la reversión más allá de la postura política?
Tenemos un problema para hacer un análisis riguroso: no tenemos acceso directo a los datos, son los que te da la empresa, por tanto, tener certeza sobre esos datos… no es la misma que la que tienes sobre un hospital de la red pública.
¿Se podrían estar escondiendo cifras?
Cuando se termine el contrato y podamos analizarlo sin ningún sesgo, lo veremos.
El juzgado nº 4 ha abierto una investigación contra Ribera Salud por su plataforma de compra de prótesis B2B. ¿Ha sido el punto de no retorno con la empresa?
Que el contrato de Alzira se terminaba en 2018 estaba clarísimo antes y después del caso en el juzgado. Sí es verdad que, a parte del descontrol y de la opacidad que hemos venido denunciando, ahora se suma un posible fraude, que el juzgado califica como malversación. Esto viene a apuntalar el discurso de la conselleria de que había falta de control e incluso connivencia entre la administración y la empresa privada. La preocupación que sentimos es muchísima. Porque si se ha estado estafando tanto tiempo dinero del contribuyente, tendrá consecuencias penales si el juzgado así lo determina. Tendremos que reflexionar sobre qué consecuencias políticas hay.
Se pidió la personación, ¿se ha aceptado?
Pedimos documentación a Ribera Salud sobre B2B y le dimos un plazo que consumió casi en la totalidad y poco a poco ha ido llegando. El president de la Generalitat anunció la personación, la hemos realizado y ahora estamos a la espera de que el juzgado nos conteste y cuando nos conteste sabremos en concreto de qué estamos hablando.
El número 3 de Sanidad, Ricardo Campos, hizo unas declaraciones poniendo en duda la calidad de las prótesis utilizadas en las concesiones a través de B2B. ¿Hay riesgo para los pacientes?
Por eso nos personamos porque consideramos que puede haber habido un menoscabo de los intereses de la sanidad pública valenciana. Tampoco quiero hacer juicios de valor a priori sin conocer la información.
La empresa ha optado a la licitación de la hemodiálisis. ¿Qué pasará si fuera la mejor posicionada en el concurso?
No vamos a especular. En todo caso esos sobres son anónimos y la administración tan solo ve las condiciones que se ofertan. No haremos nada distinto de lo que marque la ley, pero sí es verdad que la empresa está contaminada por la sombra de la sospecha y que esta administración está muy preocupada.
La Conselleria de Sanidad ya ha remitido el informe que pedía el juzgado. Estuvo 6 meses en un cajón. ¿Qué pasó?
Desafortunadamente hemos tenido que abrir un expediente y lo importante es que se ha remitido en tiempo récord. Actuamos con la mayor rapidez que pudimos desde que, como consellera, tuve conocimiento de esa situación.
¿Se intuye intencionalidad?
Lo dirá el instructor del expediente como otros que hemos tenido que abrir en este primer año de gobierno.
Fiscalía ha interesado la imputación de Alberto de Rosa y usted se ha reunido ya con representantes de las dos empresas matrices de Ribera Salud, Sabadell y Centene. ¿Ha dejado de ser De Rosa un interlocutor válido?
Yo he mantenido esas dos reuniones porque creía que debía manifestarles la preocupación como Generalitat a esos dos socios mayoritarios y para explicarles que íbamos a personarnos. A las reuniones de trabajo de conselleria nos reunimos con quien la empresa designa pero quiero hablar con alguien que colabore y hasta ahora estas colaboraciones no habían sido profundas.
Para esta legislatura se planteó revertir también la Marina comprando las acciones de DKV, pero han pasado meses sin noticias. ¿Está parado?
No, parado no está. Sí es cierto que ahora es Hacienda quien está pilotando estas reuniones. Es una situación atípica, una empresa que quiere irse antes de la finalización del contrato y tenemos que ver todas las aristas. Siempre decía que si todo va bien, terminaremos la legislatura con control directo de dos departamentos pero aún nos queda un poco de legislatura.
Hay quien dice que se retrasa por falta de dinero.
Aunque a la Generalitat Valenciana es cierto que no le sobra el dinero, no es una cuestión de fondos, sino de ver cuál es la mejor estrategia.
¿Y qué encaje legal tiene que la administración entrara como socio mayoritario de su propia concesionaria?
Es que a lo mejor esa no es la mejor fórmula y por eso hay que ver qué posibilidades se pueden abrir. Depende de la empresa hasta dónde está dispuesta. No ayuda en nada la apertura del procedimiento judicial, porque el socio minoritario es Ribera Salud y esto nos ha hecho tener otro tipo de prevenciones y ver cómo nos puede afectar.
Otro frente en los tribunales es la gestión del hospital provincial de Castelló. ¿Se plantea integrar el centro prescindiendo de la diputación?
Esa cuestión tiene que ser un acuerdo, así como la diputación de Valencia sí ha manifestado que quiere dejar de ejercer competencias que no les corresponde como la sanitaria, la de Castelló estaba acostumbrada durante demasiado tiempo a que el provincial fuera el ‘chiringuito del abuelito’ y la demostración son las prácticas y la falta de colaboración que encontramos todos los días. Lo peor son los 33 millones de euros de facturación irregular. Facturas irregulares ya son, lo que tenemos duda es, si además de irregularidad, hay un delito. La responsabilidades penales las dirán los tribunales pero las políticas son evidentes.
La crisis en Fisabio forzó la salida de Dolores Salas como secretaria autonómica. ¿Hubiera preferido elegir desde un principio a su segundo de abordo?
El mestizaje creo que tiene la virtud que nos obliga a conversar. En estos momentos estoy supersatisfecha con el trabajo que los compañeros de Compromís hacen. Podemos decir que somos un equipo, de diferente adscripción pero todos progresista.
Ha dicho que son un equipo. ¿Se sintió en equipo con Salas?
Lola era una persona válida, respetada en el mundo de la Oncología pero que tomó una decisión que no debía haber tomado y que derivó en que, al final, terminara presentando la dimisión.
