La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente ha decidido renovar y ampliar la encomienda de servicios forestales con la empresa pública Vaersa, que para el año próximo contará con algo más de dinero y personal para cubrir la vigilancia de los bosques valencianos.
La decisión de adjudicar la encomienda incluso antes de que se haya definido la estructura jurídica de Vaersa, actualmente en revisión por parte del equipo de Elena Cebrián, evita también que se produzca un «vacío» temporal en la contratación, tal como ocurrió el pasado año por estas fechas,
Según fuentes de la conselleria, el número de trabajadores de la nueva encomienda pasa de 445 a 450 y el presupuesto desde 10,7 a 10,9 millones.
La nueva propuesta, que podría ser consensuada con los sindicatos, supone la creación de dos nuevas unidades de vigilancia en la provincia de Valencia con una duración de siete meses y que se establecerá en la localidad de Millares.
Según fuentes de la conselleria, existe un hueco o «agujero negro» entre Bicorp y Cortes de Pallás que abarca la casi totalidad de la Muela de Cortes. Dadas las deficientes comunicaciones de esta zona y su amplitud, la vigilancia resultaba poco efectiva.
«Es una zona con poca población y por tanto con menos negligencias pero al mismo tiempo muy castigada por los rayos, muy abundantes aquí y responsables de grandes incendios», dijo la directora general Delia Álvarez.
La nueva encomienda supone también ampliar el periodo de servicio de las cuatro unidades de apoyo, que pasan de 5,5 meses hasta los 7. Estas unidades actúan como refuerzo en aquellas zonas donde se producen situaciones «excepcionales» por reiterados incendios provocados o por negligencias agrícolas.
Reordenación
La nueva encomienda supone también la reducción y/o ampliación del periodo y de vigilancia en algunos observatorios forestales de vigilancia, reforzando aquellos emplazamientos que han acreditado mayor eficacia en la detección temprana de incendios y reduciendo la de algunos que seguían operativos en invierno.
Así se reduce el periodo del observatorio Gavilán (Rincón de Ademuz) y Reclot (Alicante) y aumentan los de Beniatjar, Palmeral y Ropé en Valencia; Turmell, La Muela, Cabezo, Frontón, Tristán y Peñas Amador en Castelló, y Serrella, Cocoll y Cabeçó en Alicante.
Además se contrata un coordinador más para Valencia y dos técnicos especializados.
La reestructuración afecta a las unidades motorizadas -se eliminan ocho- y a las dotadas con autobomba, que aumentan también en ocho.
Estas unidades estarán compuestas por un equipo autobomba con impulsión y depósitos con capacidad entre 200 y 350 litros montados en un pic-up. Se trata, según la conselleria de equipos muy útiles tanto para apagar quemas agrícolas irregulares como para atajar un conato mientras acuden las brigadas de extinción terrestres o helitransportadas.
Malestar sindical
La conselleria asegura que la nueva distribución recoge algunas de las recomendaciones realizadas por el persona técnico como por los propios componentes de estas unidades de vigilancia.
El anuncio de la nueva encomienda coincide con la protesta de la Intersindical, que denuncia el impago a fin de año de las nóminas de los trabajadores, unos 50, que finalizan contrato el 3 de enero y que no cobrarán diciembre hasta pasada esta fecha. Vaersa les ha ofrecido un anticipo de la nómina.
