La abstención determinó ayer las elecciones de la entidad lingüística, ya que imposibilitó que se impusiera ninguna de las dos candidaturas durante las tres votaciones. Sólo en la tercera ronda, la abstención consiguió reducirse a tres votos de cinco, al pasar dos a la candidatura de Josep Palomero, tal como ha podido saber este periódico. Aún así, Palomero no consiguió los 11 votos necesarios para proclamarse presidente.

La AVL ya ha comenzado a trazar el calendario para unas nuevas votaciones, cuya fecha exacta será fijada por la próxima junta de gobierno, el próximo 9 de enero. A partir de esta fecha se dará un plazo de 30 días para la convocatoria de otro pleno, como prevé el reglamento interno de la AVL. Todo deberá partir ahora desde cero, ya que habrán de volverse a presentar nuevas candidaturas.

No se descartan cambios en el resto de cargos de la junta, que ayer no llegaron votarse a causa de no obtener un presidente electo. Antoni Ferrando y Joan Rafael Ramos presentaron sus candidaturas a la vicepresidencia, mientras que Immaculada Cerdà, Àngel Calpe, Artur Ahuir y Honorat Ros lo hicieron para los dos puestos de vocal de la junta de gobierno. Verónica Cantó es la única que presentó candidatura para la secretaría.

Los 20 académicos „permanece una vacante tras el fallecimiento de Josep Lluís Doménech„ pueden optar a cualquiera de los cargos, aunque antes deben conseguir el aval de siete miembros de la entidad, como recoge el reglamento. La junta de gobierno es la encargada de validar las candidaturas dos días antes de la fecha fijada para la elección, que da prioridad a la proclamación de un presidente.