Josevi García Herrero mira a una enfermedad desde su cámara, le arranca una historia, la muestra al público y cumple esa doble labor propia del cine solidario: construir un relato creíble y dar un pellizco al espectador para que mire a un problema real.

Lo hizo, junto a la asociación Peloki -de la que se contó la historia cinematográfica en este periódico- y Koke Jiménez en el cortometraje «Se vende varita mágica», que abordaba el lupus.

Y lo volvió hacer de nuevo, también para Peloki pero esta vez como único director, en «Contando estrellas», un filme que da a conocer la enfermedad de la mastocitosis y que hace apenas unos días se llevó cinco premios en el festival de cortometrajes Shorts In-Fest de Madrid.