Las obras del corredor mediterráneo, el eje ferroviario señalado como futuro motor económico de la Comunitat Valenciana para la exportación de mercancías a Europa, están a un nivel de cumplimiento más atrasado del que se creía. El informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que ayer adelantó Levante-EMV recoge una tabla con el análisis de distintos parámetros desconocidos hasta ahora. El ancho de vía internacional solo está en el 38 % del trazado. La electrificación alcanza al 84 % de cumplimiento. La longitud de los trenes prevista apenas se permite en el 9 % del trazado. La señalización está al 25 %.

Además, insiste este informe del organismo estatal, «existen importantes secciones de vía única en el corredor mediterráneo como Vandellós-Tarragona, Reus-Zaragoza o Alicante-Murcia, además de los citados Algeciras-Bobadilla-Granada-Moreda-Almería y Bobadilla-Sevilla-Córdoba-Linares-Santa Cruz de Mudela, tramos compartidos con el corredor Atlántico». La conclusión de Competencia es tajante: las infraestructuras ferroviarias en España todavía presentan «importantes limitaciones para cumplir con las exigencias» de Bruselas.

Los datos se refieren a 2014, pero el secretario autonómico de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, Josep Vicent Boira, aseguró ayer a este periódico que «sustancialmente no han variado». Y que, por ser desconocidos, la Generalitat va a trasladar a la Unión Europea. «Estas cifras no se conocen en Europa. Y en la próxima reunión del Foro Europeo del corredor mediterráneo las presentaremos. La UE obliga a que el corredor mediterráneo esté terminado. El Estado tiene 13 años para acabarlas. O se pone rápidamente a invertir y solucionarlo será muy difícil que lo termine en ese plazo», afirma Boira.

El número dos de la conselleria percibe que «en Europa hay demasiado optimismo respecto a cómo están las obras del corredor mediterráneo», y cree que el informe de este organismo independiente revela que la realidad es peor de lo asumido. «Más aún cuando hay un aspecto que no aparece, y son las deficientes conexiones portuarias del corredor mediterráneo: ni Valencia ni Sagunt ni Castelló tienen conexión entre el ferrocarril de ancho europeo y sus puertos», insiste.

El lastre, al detalle

El organismo de Competencia reclama al Gobierno una mayor apuesta por el transporte ferroviario de mercancías, por sostenibilidad y rentabilidad, y pone cifras a las infraestructuras deficientes. Según sus cálculos, «genera tiempos de viaje entre un 2 y un 20% superiores» a los que tendrían si el corredor estuviera completado. Ello se traduce en «una merma significativa de la competitividad del modo ferroviario».

Pero no se queda ahí. «Estos ahorros se incrementarían especialmente al eliminarse los tiempos y costes derivados de los trasbordos de mercancías en frontera» por la falta del ancho de vía internacional.

En otro informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia del pasado mes de julio se destacó que el ancho ibérico, que difiere del estándar europeo, provoca la necesidad de realizar operaciones en los trenes en la frontera entre España y Francia por espacio de 6-8 horas. Este retraso también incrementa los costes del transporte ferroviario con respecto a otros modos de transporte.

Boira subraya que «el hecho de que la línea de mercancías Valencia-Madrid sea la más activa de España y cuadruplique a la media estatal demuestra que, una vez se desdobla la vía para pasajeros y mercancías, se impulsa el tráfico de mercancías por ferrocarril». Así ocurrirá, dice, cuando el corredor mediterráneo esté habilitado. Por ello espera que el ministro de Fomento les reciba cuanto antes para expresarle la «preocupación» de la Generalitat.