La subida de una dorsal anticiclónica atlántica y las bajas presiones situadas todavía en Italia han facilitado la aparición de un pasillo desde latitudes situadas muy al norte que favorecerá una irrupción fría, inicialmente seca, que podría prolongarse al menos durante una semana, constituyéndose así en una 'ola de frío' en toda regla.

Los descensos se situarán entre 7 y 8 grados en las máximas y de hasta 7 grados en las mínimas respecto a las temperaturas de los últimos días, y las heladas podrían afectar también a la costa.

Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, el frío llegará en dos envites: un primero este fin de semana, tímido en cuanto a temperaturas mínimas pero con una sensación térmica de frío muy acusada debido al intenso viento, y una segunda prevista para el 18 de enero, cuando el termómetro bajará con mayor intensidad.

Para el final de este proceso existe la posibilidad de que el frío interactúe con las aguas del Mediterráneo y/o del Atlántico, formando pequeñas borrascas que traerían viento húmedo y la posibilidad de nevadas por el frío acumulado, aunque ese horizonte se escapa a los pronósticos oficiales y solo es una opción que apuntan los modelos.

Por el momento, la irrupción fría procede de la zona ártica y viene cargada de humedad que propiciará nevadas en el Cantábrico. La segunda entrada, prevista para el 17 de enero, tendrá carácter continental y llegará ya del interior norte de Europa, por lo que será mucho más seca, aunque también acompañada por rachas de viento del noroeste que incrementarán la sensación de frío.