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Entrevista

Antonio Montiel: "Podemos debe abordar en unos meses si acaba la legislatura dentro del Consell"

«Es inevitable que el debate ideológico encierre luchas de poder; para desarrollar proyectos hay que ocupar cargos»

Antonio Montiel: "Podemos debe abordar en unos meses si acaba la legislatura dentro del Consell"

Dos años como líder de Podemos. ¿De qué está más satisfecho y qué es lo menos le ha gustado?

Hemos asentado la organización con más de cien círculos, pero no hemos tenido éxito al crear estructuras comarcales. Pasada la confusión inicial con la que nos presentamos a las municipales tenemos unos cien concejales en 80 municipios, eso es fundamental para el arraigo territorial. Y estoy muy satisfecho del valioso y digno trabajo parlamentario.

¿Y lo peor?

No me ha satisfecho constatar que las miserias humanas, la desconfianza, la ambición... lo contaminan todo y una organización política también es un foco.

¿Optará a la reelección?

Tengo la obligación de animar el debate, de aportar la experiencia de este tiempo, que es muy valiosa. Lo primero será debatir ideas y proyectos porque lo que viene va a ser muy complejo. Tiene que ser una decisión de equipo. Yo veo que en Podemos hemos exagerado los liderazgos. Los estatutos me dan poderes como secretario general que hasta yo desconocía. Eso no es bueno.

¿Cambiaría los estatutos para tener menos poder?

Sí. Claro. Es fundamental. Primero queremos que ´Vistalegre´ nos sea propicio. Que la organización asuma un Podemos menos presidencialista, más federal, donde los territorios puedan organizarse, gestionen sus recursos o decidan confluencias electorales.

En dos años ha dimitido la cuarta parte de su dirección inicial. ¿Desencanto, cansancio€?

Hay de todo. Razones de trabajo, de desgaste, desencanto, sí. Pero es asombroso que en el grupo parlamentario, donde cuando llegamos ni nos conocíamos, no haya pasado nada más... (ríe).

¿Cree que alguien le disputará el liderazgo?

El partido tiene muchos espacios de debate y lugares de construcción de proyectos.

¿Ya ha hecho las paces con Sandra Mínguez?

Sandra y yo no hemos tenido nunca mala relación. Cuando hubo aquel error en la comunicación del cese habíamos tenido diferencias en la forma de trabajar, pero hemos seguido trabajando porque tanto ella como Ángela Ballester y yo estamos en la dirección estatal y nuestra relación es normal. Lo rico que tiene Podemos es que esas diferencias no son insalvables porque los objetivos son compartidos.

¿Cuando hablan de debate de ideas no quieren decir luchas de poder?

El debate ideológico no debería encerrar luchas de poder. Pero es inevitable que para poner en práctica algunos proyectos hay que ocupar ciertos cargos. Es más fácil contribuir a cambiar Podemos desde un puesto relevante.

Creo que usted se quedó con las ganas de entrar en el Consell el pasado verano. ¿Volverá a abrir el debate si sigue como líder?

Ahora ya da igual decirlo. Yo soy el autor secreto del documento que el 3 de septiembre se llevó a la asamblea de Torrent sobre los pros y contras de entrar en el Consell. Y en aquel documento a mí me salían más contras que pros. Yo lo que lancé fue un reto. 'Podemos está preparado'. Pero tienen que ser decisiones democráticas de toda la organización. En el debate estratégico de la asamblea valenciana de mayo o junio ese tema se debe abordar para saber cuál será nuestra hoja de ruta en los dos años que quedarán de legislatura, democráticamente y en un proceso muy abierto.

¿Hay demasiado exhibicionismo en Podemos a la hora de airear los debates internos?

No creo que haya exhibicionismo, es que somos muy transparentes para bien y para mal. Es una debilidad si se mira desde los partidos tradicionales. Pero es verdad que las redes sociales son muy viciosas y creo innecesario airear en Twitter determinadas cosas. A mí, llámame antiguo, pero los debates de ideas me gusta hacerlos reposadamente y cara a cara.

¿El culebrón Iglesias-Errejón y el ruido que genera acabará por ahuyentar a la ciudadanía?

Creo que eso es un error, por eso decía que es una debilidad. Yo fui portada de un diario porque decían que había retuiteado más a Errejón que a Iglesias. Yo jamás había llevado la cuenta. Son dinámicas perversas. Creo que estamos aquí para otras cosas.

¿Reconocerse errejonista al firmar el manifiesto le ha generado algún problema interno?

Hay que mostrar las preferencias con los proyectos cuando llega el momento y ahora es el momento precongresual. Yo defendí que había que abordar Vistalegre de forma más pausada y no vincular personas y programas. No me ha traído ventajas ni desventajas.

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