Profundo disgusto es lo que sienten en Podemos de la Comunitat Valenciana tras el dictamen de la comisión de garantías que apunta «irregularidades en el proceso de selección de personal», como la de un familiar de un cargo del área de Cultura de la formación.

Fuentes del partido que dirige Antonio Montiel afirmaron ayer que son «respetuosos» con el informe, pero han pedido explicaciones a la comisión de garantías, porque consideran que el dictamen -que debería quedar entre las partes pero se ha hecho público para «dañar al partido»- «no es veraz ni equilibrado».

Desde la formación, que ayer trató la cuestión en el Consejo Ciudadano y antes en el Consejo de Coordinación, defienden que el proceso de contrataciones es ejemplar y «como en ningún otro partido».

Según explican miembros de Podemos, «observadores independientes» (secretarios generales elegidos por sorteo) siguen los procesos de contratación y elaboran informes en los que «en ningún caso denuncian irregularidades».

Asimismo, desde Podemos detectan «faltas» en el trabajo de la comisión de garantías. Por ejemplo, aseguran que no se les ha informado de los «argumentos que justifican las demandas» (de dos de los 900 candidatos) y que se les acusa de, por ejemplo, no colaborar al aportar la documentación para la instrucción. Circunstancias que, según fuentes del partido, «no se ajustan a la realidad de lo sucedido». Lo único que aseguran no haber entregado son los currículums «por la ley de protección de datos», como les indicó el departamento legal, tras una consulta, aseguran.

Sin ánimo de «confrontación con el órgano de garantías», consideran que hay «faltas en el proceso de instrucción» y que ha habido «prisas por resolver una competencia no propia de Garantías», por lo que han elaborado una reclamación de la que esperan respuesta.