Al grito de '¡presidente, una foto!', Isabel Bonig no dudó en detener un instante a Felipe González para fotografiarse con él tras la entrega del premio Convivencia otorgado por la Fundación Manuel Broseta. La lideresa del PPCV calificó de 'reconfortante' el discurso de González y destacó sus palabras sobre la pluralidad de ideas que, según apuntó, comparte.

Felipe González no se dejó querer mucho tras recibir el galardón. Tenía prisa. Atendió amablemente la petición de realizarse fotografías con algunos de los asistentes, como Bonig, y estrechó manos, pero se marchó de inmediato del Palau de la Generalitat. No probó ni un solo canapé de los que se sirvieron en el patio gótico.

Una capacidad de convocatoria menguada por los años

Lejos han quedado las grandes concentraciones de masas que se desataban en Valencia ante la presencia del entonces presidente del Gobierno y líder del PSOE. Sin alcanzar el récord que Eduardo Zaplana brindó a José María Aznar al llenar buena parte del estadio Mestalla, González garantizaba un lleno absoluto de la plaza de toros cada vez que se acercaba una contienda electoral. Ayer, en cambio, no hubo nadie, salvo los organizadores y las autoridades que cumplían estrictamente el protocolo, que le esperara en la calle. Ni siquiera militantes socialistas. Contadísimos curiosos que se sorprendieron ante el revuelo y poco más. El tiempo no perdona.

Tampoco hizo acto de presencia ningún cargo relevante de Compromís, a excepción de Enric Morera, president de las Corts. En cambio, sí estaban los consellers socialistas, como Carmen Montón o Vicent Soler.