El ya excomisionado de la Conselleria de Sanidad en el hospital de la Ribera, bajo gestión privada, José Sanfeliu prometió solo dos días antes de presentar su dimisión que todos los trabajadores indefinidos de la UTE Ribera Salud podrían mantener sus puestos de trabajo «hasta su jubilación» tras la reversión del departamento a la gestión pública.

Así se recoge en una nota informativa del Comité de Empresa del hospital difundida el jueves y que refiere una entrevista entre los representantes del comité y el comisionado, solo dos días antes de que presentara su dimisión tras conocerse su intervención en una reunión en Alberic en la que anunciaba la creación de una bolsa de empleo tras la reversión, «donde se meterán a todos los familiares, amigos y conocidos que estén sin trabajo y deseen trabajar».

En la reunión el ahora excomisionado transmitió al comité de empresa la «seguridad que los trabajadores indefinidos, tanto asistenciales como no asistenciales continuarán a partir de marzo de 2018 hasta su jubilación en su puesto, sin necesidad de opositar ni pasar ningún tipo de prueba», tal como recoge el escrito difundido.

La promesa realizada por Sanfeliu a los sindicatos -confirmada ayer por representantes presentes en la reunión- choca frontalmente con la línea mantenida hasta ahora por la Conselleria de Sanidad a la hora de hablar de la futura reversión. Según se ha dicho hasta ahora, los trabajadores seguirían en sus puestos «al día siguiente» aunque para regularizar la situación en propiedad de las plazas públicas futuras los aspirantes deberán pasar, ineludiblemente, por un concurso oposición.

Eso sí, todavía falta que la Conselleria de Sanidad concrete de qué manera se va a hacer esa transición, bajo qué categoría profesional se mantendrá a los trabajadores y, sobre todo, qué plazo temporal se está barajando porque en ciertos escenarios sí sería posible que gran parte de la actual plantilla se pudiera jubilar en sus puestos como personal indefinido no fijo.

Fuentes de los sindicatos apuntaron que mantener a los trabajadores bajo esta figura y que se quedaran hasta la extinción de sus contratos sería una manera de evitar las indemnizaciones que se generarían si se ocupan las nuevas plazas para personal estatutario en masa y hay que despedir a los trabajadores subrogados en 2018. Con todo, la promesa del ahora excomisionado sí chirría en un ambiente de precaución en las negociaciones.

Desde el comité de empresa también se notificó que antes del 31 de marzo, la administración tenía previsto comunicar cuál será «el plan de integración (?), específicamente el plan de personal», cumpliendo así con el plazo de un año de antelación a la finalización del contrato con Ribera Salud.

Fuentes de la Conselleria de Sanidad optaron ayer por no pronunciarse sobre las promesas de Sanfeliu y se remitieron al comunicado lanzado por el dimisionario el sábado en el que aseguraba que lo dicho en Alberic eran «apreciaciones personales sobre este tema en ese momento» y que será la conselleria la que comunicará los «detalles en tiempo y forma».

Disculpa y despedida

Sanfeliu añadió ayer que su dimisión respondía a una decisión personal para «no entorpecer la transición» y matizó las declaraciones realizadas en Alberic. «Siempre se ha hablado de crear una bolsa a la que podría tener acceso cualquier persona; no como ocurre ahora que las contrataciones las realiza una empresa privada». El excomisionado se disculpó ayer con los trabajadores en una carta de despedida en la que aseguraba que su intención había sido hacer la transición de una forma «clara, sencilla y con seguridad jurídica» y en la que asegura que se deja un trozo de corazón en el departamento.

Ciudadanos pidió ayer la comparecencia de la consellera, Carmen Montón, para explicar el proceso de reversión.