Salir hoy de la conferencia de presidentes autonómicos con un calendario para la reforma del modelo de financiación es "básico". Es lo que ha subrayado Ximo Puig en una breve comparecencia mientras aún estaba en marcha la cumbre. El planteamiento del Consell, que será objeto de debate esta tarde entre los mandatarios territoriales y el Gobierno central, es que la nueva financiación esté lista en un año y tenga efectos "retroactivos" a partir de 2014.

Puig ha resumido la filosofía de su propuesta como "singularidad de territorios e igualdad de ciudadanos".

Además de la financiación, el tema que se está convirtiendo en eje del encuentro es una armonización fiscal que suponga acabar con la actual situación de privilegio de Madrid, con impuestos autonómicos más bajos o incluso eliminados, como el de sucesiones y donaciones o el de patrimonio, que es bonificado. La demanda ha partido hoy fundamentalmente de las comunidades menos pobladas, gobernadas por el PSOE en su mayoría, pero Puig la hace suya. "Estoy en contra de los paraísos fiscales", ha dicho en un corrillo tras su alocución. La frase no es nueva en boca de Puig y va dirigida a la política de la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes (PP).

La propuesta de un pacto de Estado contra la Violencia Machista ha sido otro de los asuntos que Puig ha destacado. Lo ha comparado con el acuerdo que supuso el principio del fin de la lucha contra el terrorismo de ETA.