Cuatro meses después del inicio del curso, los alumnos de 2º de Bachillerato que sueñan con ir a la universidad pública ya empiezan a tener claro cómo será la nueva selectividad tras la derogación temporal de la reválida de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Mejor dicho, casi claro, porque la comisión mixta entre la Conselleria de Educación y las cinco universidades públicas que coordina el acceso al Sistema Universitario Público Valenciano (SUPV) deberá rectificar las instrucciones enviadas este 9 de enero a los más de 600 institutos públicos y concertados de la Comunitat tras la decisión tomada ayer por la Conferencia de Rectores de Universidad Españoles (CRUE).

La nueva selectividad, aunque parte con la intención de ser lo más parecida posible a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) liquidadas por la Lomce, de hecho mantienen hasta el nombre, introducían la novedad de que los alumnos entre los cinco exámenes de asignaturas de 2º de Bachillerato de la fase obligatoria podían examinarse de materias no cursadas. Algo que ayer rechazaron los rectores de toda España, que obligan a que dichos exámenes sean de materias cursadas.

En esta fase obligatoria los alumnos de la Comunitat deben examinarse de las troncales generales Castellano, Valenciano, Idioma extranjero, Historia de España más una de las cuatro troncales generales vinculadas a la modalidad de Bachillerato que estudian: Matemáticas II (Científico), Fundamentos de Arte II (Artístico), Latín II (Humanístico) y Matemáticas Aplicadas (Ciencias Sociales).

El pacto entre el Ministerio de Educación y las autonomías permitía, por ejemplo, que un alumno con el fin de subir la nota en la fase obligatoria pudiera examinarse de una de las cinco lenguas que se estudian (Inglés, Francés, Italiano, Alemán o Portugués) aunque no la cursara como primer idioma. O incluso, que un estudiante del Bachillerato de Ciencias pudiera examinarse de Matemáticas Aplicadas, aunque tampoco la hubiera cursado, si pensaba que podía obtener mejor nota que en el de Matemáticas II.

Todas estas cábalas para rascar una décima o más en el acceso a la universidad se han desvanecido tras la decisión de los rectores. La Comisión Coordinadora del acceso al SUPV está obligada a acatarla porque si no, los alumnos valencianos no podrían acceder a las universidades del resto de España.

Esta fase obligatoria vale 10 puntos y la nota mínima para que compute tendrá que ser igual a 4. Al igual que en la anterior selectividad, supondrá el 40 % del total de la nota de acceso a la universidad, pues el 60 % restante es la media de los dos cursos de Bachillerato. La suma de ambas notas, tras la ponderación, deberá ser igual o superior a cinco. Es decir, que un alumno que saque un cuatro en la fase general, no entrará en la universidad si no tiene una media de 6 en Bachillerato.

Esta nota de acceso (fase general + media de Bachillerato) se completa con la fase voluntaria de la PAU, en la que los alumnos pueden examinarse de hasta cuatro de las 13 troncales de opción de segundo de Bachillerato. En este caso sí que se permite examinarse de asignaturas no cursadas. Con los cuatro puntos de esta fase se configura la nota de admisión a la universidad, que es de un máximo de 14 puntos: los 10 de la nota de acceso más los 4 de la fase voluntaria.

Ponderan dos asignaturas

Dependiendo del grado que se quiera cursar, estas troncales de opción ponderan 0,2 y 0,1 puntos. También pondera la troncal general de modalidad, que en las carreras que lo hace siempre vale 0,2. No obstante el sistema sólo tendrá en cuenta las dos asignaturas que ponderan en las que mejor resultado obtenga el alumno dependiendo de la carrera elegida.

Es decir, que la troncal general de opción es clave porque puntuará dos veces: en la fase general y en la voluntaria. Así, un alumno podría lograr dos de los cuatro puntos de la fase voluntaria sin necesidad de hacer ningún examen si saca un 10 en la troncal general de opción en la fase obligatoria, pues un 10 multiplicado por 0,2 son dos puntos.

Aunque un alumno pueda hacer hasta 9 exámenes, lo normal es que haga 7, los 5 obligatorios y 2 de la fase voluntaria, ya que sólo ponderan dos asignaturas y las troncales de opción que cursa son dos.

Este curso los repetidores no están obligados a hacer la nueva PAU para entrar a la universidad si aprueban el Bachillerato. No obstante, deberían hacerla pues no pierden nada, ya que si no aumentan su nota siempre conservan la anterior.