«No veo el final de la cola, llevamos más de ocho horas parados sin movernos ni un centímetro, me veo pasando aquí la noche», relataba Vicente, uno de los conductores que quedó atrapado desde ayer por la tarde en la A-3, a la altura de Siete Aguas, y quien al cierre de esta edición no tenía muchas esperanzas en poder salir de esta «ratonera» en toda la noche. «Llevo dos botellas de agua y me he comido una manzana, con eso voy tirando», confesaba, a la espera de que llegaran las ayudas de los servicios de emergencia, que iban a repartir bocadillos entre los conductores allí atrapados tras el accidente de un camión y la caída de un cable de alta tensión.

«Se ve que nos ha pillado un accidente de un camión que ha hecho la tijera y desde entonces nada, no nos movemos», se lamentaba este vecino de Valencia que trabaja en Requena, y que salió hacia la capital del Túria antes de que cortaran la A-3 para que no le pillara el temporal. Sin embargo, nada más pasar el desvío de Siete Aguas, se topó con la cola. «Estamos en una curva pero detrás y delante hay muchos coches, y nadie se mueve desde hace horas». Y la nieve no dejaba de caer. Para combatir el frío lo único que podía hacer es poner la calefacción del coche y mantener el motor en marcha. «Por suerte tenía el depósito lleno». Así estaba al cierre de esta edición, sin conocer cuando saldría del atolladero.