La eurodiputada valenciana de Ciudadanos, Carolina Punset, redobló ayer sus críticas hacia la dirección nacional del partido en una rueda de prensa en Madrid, pero que tendrá especial repercusión en la Comunitat Valenciana, un territorio donde el partido está abierto en canal.

Punset, exsíndica del grupo en las Corts, anunció, tal como había adelantado Levante-EMV, su renuncia a presentar batalla en primarias al líder nacional de C's, Albert Rivera; pero en su comparecencia dejó clara dos cosas: que no piensa dar el portazo (seguirá en su escaño) y que seguirá peleando desde la base para cambiar el rumbo del partido. Y en esta batalla arrastrará a sus afines en la C. Valenciana con el portavoz del grupo parlamentario, Alexis Marí, a la cabeza, con quien, además, se casará en Valencia el mismo día en que Rivera será reelegido.

Marí arropó a Punset en la rueda de prensa que se celebró en la oficina de la Unión Europea en Madrid. Y con él, cuatro de los cinco diputados que se mantienen a su lado: David de Miguel, Domingo Rojo, Alberto García y Toni Woorward. También acudió, entre otros, el diputado provincial Enrique Aguar. Según el entorno del síndic, otros afines, como Toni Subiela, fallaron por problemas de agenda.

Punset acusó a C's de venderse a los populares: «Es una marca blanca mala del PP». Y animó a los críticos a rebelarse: «Hay que decir 'basta ya'».

La exsíndica arrastra así a la batalla a los afines que dejó en las Corts, donde la crisis interna en Ciudadanos ha estallado ya con toda su crudeza. La cúpula autonómica, fiel al aparato de Rivera, se mantiene en silencio pero prepara a fuego lento la operación para desbancar a Marí de la dirección del grupo.

No es la primera vez que Punset carga contra la dirección de C's, pero ayer las críticas fueron especialmente lacerantes, a dos semanas de la asamblea nacional, una cita de la que Punset se desmarcó porque no le interesa ni ser «la presidenta de mi escalera». Eso sí, pidió a la militancia que «aguante» y vote compromisarios que defiendan el ideario original del partido. La votación tendrá lugar este fin de semana y la C. Valenciana tendrá 70 delegados, más que Cataluña (53) y menos que Madrid (92) y Andalucía (70).

Punset echó en cara a Rivera su «entreguismo» al PP: «Ciudadanos ha pasado de vetar de manera radical a Rajoy a tirarse en plancha con el señor de 'Luis, sé fuerte'». «El aparato es el cáncer del partido».

Lamentó que C's haya renunciado a su origen socialdemócrata para convertirse en una fuerza «liberal a secas», y para eso ya está el PP. También reprochó a Rivera que no haya mantenido su pelea al nacionalismo, «el ADN del partido».

Denostó el proceso de primarias por el voto telemático y acusó a la dirección de alterar las candidaturas de los compromisarios. Pese a que toda su intervención era una enmienda a la totalidad a la gestión de Rivera, lo intentó salvar: «Es un buen presidente y con un talento político extraordinario». El problema, matizó, es que el equipo que lidera ha dado un viraje intentando crecer «a cualquier precio». Por eso, mantuvo que lo que pide no es un cambio de caras sino de rumbo.

Hubo alusiones indirectas a miembros de la cúpula autonómica. Comentó que había personas que acumulan hasta siete cargos (en referencia a Juan Córdoba) y otros con un pasado oscuro, expedientados incluso por el PP, quizá pensando en Emigdio Tormo.

La dirección valenciana guardó silencio, pero había voces que se preguntaban por qué Punset no deja el escaño. Rivera retó ayer a los críticos a tener «coraje» y presentar su candidatura. Fue la respuesta a Punset y también a la corriente crítica TranCsparencia.