Casas que llevaban en pie casi cien años no han soportado la furia del temporal de este fin de semana. La tempestad ha arrasado las antiguas viviendas de pescadores de la playa de les Deveses de Dénia, que desde hace años son viviendas de veraneo de residentes de Madrid, Valencia, El Verger y Pego. Las olas echaron abajo el muro de contención de dos metros sobre el que están estas casas y derribaron sus terrazas y fachadas. Se vinieron abajo incluso las paredes de los dormitorios que miran al mar. Los vecinos, sobrecogidos por tanta destrucción, se afanaron ayer en contratar a una cuadrilla de obreros de Pego para apuntalar estas casas, que datan de 1930. La regresión de esta playa, que desde que se construyó el dique del puerto de Dénia y los espigones de les Marines ha ido perdiendo paulatinamente arena, explica, según los vecinos, este desastre. En Dénia, los daños son extraordinarios. El mar se ha zampado el extenso litoral de les Marines y la playa de la Marineta Cassiana. También han sufrido daños los restaurantes de primera línea. Las zonas donde las urbanizaciones se han comido las dunas son las más dañadas.

Mientras, Xàbia mantendrá en pie durante toda la semana el dique de arena que ha salvado el paseo del Arenal y los negocios de primera línea. El mar sí ha arrasado los bares del Primer Muntanyar y ha causado desperfectos en el restaurante de la ya inexistente cala del Tangó. El ayuntamiento retiró ayer las piedras que escupió el temporal y que tapizaban la carretera del Muntanyar y el paseo del puerto, donde las olas incluso arrancaron de cuajo los bancos. La playa del Moraig del Benitatxell está destrozada. El mar ha vomitado grandes pedruscos. El viento ha destrozado un chiringuito de la Cumbre del Sol. Las playas de la Fustera, en Benissa, y las de la Fossa y el Arenal, en Calp, también han quedado desfiguradas. En Calp, el mar ha roto los lavapiés y ha arrastrado las casetas de los socorristas, que pesan cinco toneladas. El viento ha arramblado con más de cien señales viarias en Calp.

En la Marina Baixa, el temporal ha tirado cornisas en Benidorm pero ha sido en Altea donde los daños han sido mucho mayores y han afectado en gran medida al litoral. De hecho, la nueva playa del Espigón, estrenada hace unos meses, no ha llegado a la época estival.

Además, muchas carreteras secundarias de la Marina Baixa permanecen con tramos cerrados al tráfico por el desprendimiento de tierras, aludes o hundimientos del asfalto que, en algunos puntos, ha generado grietas de hasta 15 metros de longitud.