La Conselleria de Sanidad está apuntalando con actos las declaraciones de la consellera Carmen Montón de las últimas semanas: la reversión del departamento de salud de la Ribera a la gestión público «no tiene marcha atrás». En previsión de que el próximo 1 de abril de 2018 todo cambie, la administración sanitaria está empezando a dar pasos para evitar problemas como encontrarse sin personal público en las bolsas de trabajo temporal.

Así, y después de más de 14 años, los especialistas, celadores o enfermeros que lo deseen van a poder apuntarse a la bolsa de trabajo temporal del departamento de la Ribera. Según anunció ayer la propia Conselleria de Sanidad, la nueva edición de bolsas de empleo -la decimocuarta- que se abrirá oficialmente el próximo 6 de febrero para nuevos aspirantes o actualización de méritos incorporará la bolsa de Alzira «por primera vez como novedad respecto a las últimas aperturas». De hecho, la última contratación que se hizo de personal a través del sistema de listas de empleo públicas en la zona se hizo «en abril de 2003».

Pese a que en el departamento de salud de la Ribera todavía queda un 10 % de trabajadores que son estatutarios, es decir, de condición pública, el acuerdo que se tomó en su día sobre la concesión abocaba a este grupo de empleados a la extinción y no se ha hecho uso de la bolsa de trabajo para su cobertura temporal desde entonces. De hecho, en estos años, se han venido amortizando plazas de personal estatutario que se ha ido cubriendo con contrataciones a nivel privado por parte de la UTE Ribera Salud, gestora del departamento de salud.

Tramitación lenta

La última edición de las bolsas de trabajo -la decimotercera- se consolidó hace solo unos meses y tras más de año y medio de tramitación. Este retraso vendría a explicar el por qué la administración ha decidido abrir ya la convocatoria en la Ribera y no se ha esperado a una próxima edición, por ejemplo, a convocar a principios del año que viene.

La medida pues se toma por prevención aunque todavía se desconoce qué papel jugará el personal que se inscriba a estas bolsas ya que, en principio, la conselleria solo podría disponer de ellos para cubrir las bajas o las plazas no ocupadas del personal estatutario que todavía trabaja allí, unos 200 de los 2.000 profesionales del departamento.

Se desconoce todavía si este personal público será requerido también el año que viene para ocupar los puestos «extra» que en principio se deberán de crear para ajustar los ratios de trabajadores por número de pacientes o incluso para cubrir al grueso del personal del departamento, laboral, y que la Conselleria de Sanidad deberá absorber bajo una figura todavía por concretar.

De hecho hay quien ayer puso en duda los tiempos utilizados por el gabinete de Montón para anunciar la apertura de la bolsa cuando todavía no se había concretado cuál será la hoja de ruta de Montón sobre los trabajadores no estatutarios de Alzira (la gran mayoría, más de 1.700) que están reclamando poder jubilarse en sus puestos de trabajo.

«Yo lo veo precipitado porque la reversión aún puede dar muchas vuelta y sobre todo cuando el futuro de los trabajadores no está aclarado. Yo creo que esto no hace más que incrementar su incertidumbre», aseguró ayer el presidente del consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana, Cecova, José Antonio Ávila, institución que engloba a los tres colegios oficiales de la Comunitat.

Sin embargo, desde el sindicato médico o la sección de CC OO aplaudieron la decisión del gabinete de Montón aunque con puntualizaciones. Para Arturo León, secretario general de la Federación de Sanidad de CC OO, la conselleria debería más pronto que tarde despejar las incógnitas sobre qué papel jugarán estos profesionales «si podrán cubrir solo las plazas de los estatutarios que quedan allí o a todo el personal aunque sea laboral porque si hay que crear otra bolsa paralela se estaría perpetuando al personal laboral», aseguró.