El temporal de agua registrado en la Comunitat Valenciana en las últimas semanas, que ha provocado grandes inundaciones en humedales, ha generado el ambiente idóneo para los mosquitos, por lo que los expertos aconsejan avanzar los tratamientos para evitar su actividad en primavera.

Se trata de una consecuencia menos visible y evidente del temporal pero, según los expertos, de mantenerse los episodios de ciclos húmedos de los últimos meses, que han superado incluso las medias anuales habituales, y con el aumento progresivo de las temperaturas, "habrá una elevada actividad de mosquitos".

La empresa Lokímica, especializada en el control de plagas y que da servicio a municipios como Valencia, Nules o Almenara, afectados por el último temporal, ha empezado las prospecciones de las zonas húmedas y ha constatado la existencia larvas de este tipo de mosquito de marjal, "que ha empezado ya su ciclo de actividad".

Así lo ha explicado el biólogo delegado de Valencia de los laboratorios de Lokímica, Ricardo Acosta, que ha incidido en que "nunca ha habido un enero tan lluvioso" y lo "normal" sería que, al estar todo seco, no se encontrase ninguna larva.

Sin embargo, en las revisiones a pie de agua ya se han visto "muchas larvas" que, según otro de los biólogos de la empresa, Rubén Bueno, pueden permanecer en estado latente y en condiciones extremas durante dos años, pero que ahora, tras las lluvias, "han iniciado su ciclo vital".

La empresa ha tomado imágenes con drones de los marjales de Torreblanca, Almenara, Nules o Valencia para constatar que "es posible incluso, dada la magnitud de las inundaciones, que municipios que en 2016 hayan podido controlar sus poblaciones de mosquitos vía terrestre, no lo puedan hacer ahora", según Acosta.

"Tendrán que recurrir este año al uso de medios aéreos en el caso de que la extensión inundada sea inabarcable con los métodos terrestres tradicionales, puesto que además se ha observado que muchos caminos de acceso a los puntos de proliferación de mosquitos no están operativos por estar sumergidos en profundas láminas de agua", ha advertido.

La presencia de estas larvas "ya justifica los tratamientos", ha incidido Acosta, quien ha recomendado a los municipios que empiecen ya las labores de vigilancia y control "para evitares problemas de mosquitos en marzo y Semana Santa".

"Se trata de mosquitos de marjal, que son menos conocidos, pero con una picadura más potente que la del mosquito tigre", ha apuntado, y ha insistido en que "hay que atajarlo ahora porque con escasa lluvia que cayese habría muchos mosquitos", al tiempo que ha apostado por herbicidas ecológicos que sólo afectan a las larvas.

Bueno ha explicado que el temporal ha propiciado las condiciones para el ciclo de actividad de los mosquitos, que se iniciará "en cuanto se recuperen un poco las temperaturas" y ha explicado que, una vez iniciado, "hay un margen de seis o siete días para que nazca el mosquito", momento a partir del cual el problema "se dispersa".

"Ese ciclo puede ser corto, si la temperatura es alta, o más largo si es más baja", ha apuntado este técnico, que advierte que aunque "no estamos en el periodo más crítico, se ha evidenciado que ya hay actividad larvaria".

Estos expertos también han recordado que el mosquito tigre suele emplear pequeños puntos de agua para reproducirse, incluso simples recipientes domésticos, por lo que han recomendado que se eliminen las pequeñas acumulaciones de macetas, cubos, bidones o canaletas para impedir las primeras generaciones de este insecto y evitar que se desarrolle en ámbitos cercanos a las casas.