El roce hace el cariño, dicen, y en parte esa es la finalidad que persiguen los seminarios que cada seis meses celebra el gobierno valenciano, convertidos en ejercicios de convivencia y autoevaluación de los miembros del Consell. Respecto al de este fin de semana en Sagunt, distintas fuentes consultadas resaltaron «el buen rollo» entre los consellers, a pesar de que en las últimas semanas y sobre todo, a raíz de la redacción de la futura ley de función pública impulsada por Gabriela Bravo, habían aflorado ciertos roces entre algunos de ellos.

Al margen de esta cuestión, que se optó por despejarla a los artífices del pacto del Botànic, es decir, a los partidos políticos para alejarla así de las reuniones de gobierno, el cónclave sirvió para hacer balance de las medidas propuestas en los seminarios precedentes (Morella y Torrevieja), así como para proponer nuevas metas para el próximo semestre.

Y en la línea de la reciente ampliación del pacto del Botànic, en este primer seminario desde la firma de la remodelación del acuerdo el grueso del trabajo se ha focalizado en la reactivación económica. Para ello, el Ejecutivo liderado por Ximo Puig y Mónica Oltra se encomienda a las relaciones con la Unión Europea. Estas tendrán dos vertientes. Por un lado para que la propia administración autonómica pueda impulsar inversiones propias y, por otro lado, para las empresas.

«Queremos dar un giro decisivo en la acción europea. Es muy preocupante el Brexit y las políticas proteccionistas de Trump. Volvimos a izar la bandera de Europa -que habían retirado de las instituciones valencianas- y queremos conseguir más fondos para nuestras empresas, para el sector público y para las personas. Por eso vamos a participar en todos los debates europeos», explicó Puig.

El segundo eje sobre el que se vertebró el encuentro fue el de los servicios sociales. Por la mañana el equipo de Oltra explicó al resto de consellers en qué consistirá el nuevo modelo que se quiere impulsar, basado en la economía de proximidad y en el impulso de los servicios sociales municipales. También se hizo hincapié en la renta valenciana de Inclusión, presentada recientemente.

Pero no será hasta esta misma mañana cuando cada responsable del gobierno exponga sus propuestas y se acuerde cuáles serán las que estarán presentes en la agenda de los próximos seis meses. Respecto a los que acaban de terminar, Puig hizo un balance positivo y detalló que todas las iniciativas se encuentran «en ejecución».

Más allá de balances y promesas, los consellers también tuvieron tiempo de pasear por el casco antiguo de la histórica ciudad de Camp de Morvedre. El alcalde de la localidad, Quico Fernández (Compromís) ofició de cicerone, acompañado de Lluís Mesa, cronista de Estivella, así como otros homólogos de localidades de la comarca.

Los miembros del gobierno, que se quedaron a dormir todo el fin de semana en un hotel en el Puerto de Sagunto, cenaron también con los alcaldes de los municipios cercanos.