El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reiteró ayer la «voluntad» del gobierno autonómico de que el hospital de Alzira «forme parte del servicio público de salud» a partir de 2018, cuando caduca la concesión. A preguntas de Levante-EMV, Puig aseguró que todas las actuaciones del Consell irán encaminadas a «garantizar» que la atención sanitaria se preste «lo mejor posible». «Durante mucho tiempo no se han fiscalizado las concesiones sanitarias» en la Comunitat Valenciana, manifestó a continuación, al hilo del informe de la Alta Inspección que ha detectado irregularidades en la facturación de los cinco hospitales del llamado modelo Alzira, como ayer publicó este diario. «Hay un problema grave en el marco de las concesiones: no nos podemos permitir que los valencianos paguen más de lo que nos toca para tener servicios públicos garantizados». Puig dijo que el objetivo final es «buscar la mejor eficiencia» del sistema «desde el respeto a la legalidad y contractual que nos compromete a todos: tanto a la Generalitat como a las concesionarias», zanjó.