El secretario autonómico de Infraestructuras, Josep Vicent Boira, aseguró ayer que la «crisis meteorológica» provocada por la última ola de frío en Europa ha puesto de manifiesto el carácter «estratégico» del corredor mediterráneo y constituye un argumento más para seguir reivindicándolo.

Boira realizó estas declaraciones en un encuentro convocado por la Asociación Valenciana de Empresarios y el presidente de la Fundación Pro-Ave Federico Félix.

Boira recordó que en las últimos días «una buena parte de Europa se preguntaba si iba a poder seguir consumiendo productos frescos debido a los problemas de circulación en las carreteras. España sigue siendo la despensa de Europa en productos frescos con una cuota de mercado del 50% y si no llegan nuestras mercancías, llegarán las de otros corredores y países», aseguró Boira.

Federico Félix ratificó los escasos avances producidos en las últimas semanas y reivindicó la necesidad de mantener la presión sobre el Gobierno «con la firmeza y la contundencia de los datos que avalan nuestra reivindicación», aseguró.

Más aún, las escasas noticias que llegan son preocupantes, ya que el tramo de vía única entre Vandellós y Tarragona se está remodelando solo en vía ibérica en contra de los intereses de la Comunitat Valencian y de sus exportaciones.

Sobre el nombramiento de un coordinador del Corredor Mediterráneo en la persona de Juan José Barios Baquero, hasta hace unas horas Jefe de la Demarcación de Carreteras de Cataluña, Boira desveló que el Ministerio de Fomento informó ayer a la consellera María José Salvador del nombramiento.

Boira lamentó que no se haya contado con las comunidades autónomas afectadas. «Hubiera sido una buena manera de comenzar una nueva etapa», aseguró.

José Vicente Morata, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia anunció la celebración a mediados de mes de un encuentro en Tarragona entre empresarios de Cataluña, Baleares y la Comunitat Valenciana para reivindicar el corredor mientras Cristóbal Aguado, en el campo de la agricultura, y Emilio Orta, en el del automóvil, alertaban sobre pérdidas «irreparables» para la economía y para miles de familias valencianas.