Ciudadanos está ya en un punto sin retorno. La división se agranda en el seno del grupo parlamentario, donde conviven desde hace año y medio 13 diputados con posiciones ideológicas encontradas y en muchos casos con escasa o nula sintonía personal.

El cisma interno, la ruptura del grupo, es una posibilidad que ya varios diputados empiezan a contemplar en privado. El elemento desencadenante sería la operación para desalojar a Alexis Marí, el heredero político en la portavocía del grupo de las tesis de la eurodiputada Carolina Punset.

En ello trabaja desde hace tiempo el sector fiel a Albert Rivera, el grupo capitaneado por los expopulares Juan Córdoba y Emigdio Tormo, quienes estarían esperando a que pase el congreso nacional, previsto para este fin de semana, para dar un golpe de timón en las Corts. El sector del grupo más afín a Marí está en alerta. Fuentes internas apuntan que varios diputados no dudarían en marcharse al grupo de los no adscritos si la portavocía cambia de manos, máxime si el relevo es la vicesíndica, Carmen Sánchez, o el propio Tormo.

La foto de Madrid de la pasada semana, con Carolina Punset en su batalla por tratar de cambiar el rumbo del partido, puso rostros a esa ruptura. En el bloque de Marí y Punset están los diputados David de Miguel, Toni Woodward, Domingo Rojo y Alberto García. En el de Tormo y Córdoba se alinean Sánchez, Mercedes Ventura, Rosa García y Emilio Argüeso. A mitad de camino se sitúa ya Toni Subiela, que congenia políticamente con el portavoz, pero no con la escalada rupturista en la que se han embarcado Marí y Punset.

La opinión cada vez más extendida en el grupo es que el síndic empieza ya a ir por libre. El exceso verbal del martes, cuando acusó a la portavoz del PP, Isabel Bonig, de mentir más que las gallinas, no ha gustado ni siquiera a los más afines al portavoz, que en privado admiten que se excedió. La propia Bonig acudió ayer por la mañana al despacho de Marí en el grupo para pedirle explicaciones en persona. Pero no lo encontró.

Con todo, forzar la salida de Marí es arriesgado. El grupo podría quedarse con tan sólo siete diputados y dar una imagen de ruptura total. Pero, mantener al síndic impide al aparato controlar el día a día y romper con una colaboración con el tripartito que les incomoda. Para el sector de Rivera, el tandem Punset-Marí ha ido demasiado lejos y los nuevos estatutos, cuando se aprueben, permitirían tomar medidas drásticas.

La propuesta de Vicente Magro

La crisis en Ciudadanos se agudizó con la renovación del Jurídic. Marí impuso a José María Tomás y Tío mientras sus rivales internos apostaban por el magistrado alicantino Vicente Magro.