Es barato, no tiene espinas y es fácil de cocinar. Estas tres características hicieron que el panga se convirtiera en el pescado estrella de los supermercados españoles a partir de 2004. En 2015, según datos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), España fue el principal importador de esta especie de toda la Unión Europea. Se convirtió en un producto habitual en neveras y congeladores de los valencianos, pero también en los menús de comedores escolares, hospitales y residencias. Sin embargo, su procedencia -la mayor parte viene de granjas de la ribera vietnamita del río Mekong- suscitó las dudas sobre su salubridad en multitud de consumidores.

La cadena de distribución Carrefour anunció anteayer que dejará de vender panga en España por «motivos medioambientales». Y, aprovechando la ocasión, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Alumnos (Ceapa) solicitó a los ministerios de Educación y Sanidad que retire este alimento de los menús de los comedores escolares. Sin embargo, según han confirmado fuentes del sector, la mayoría de los colegios públicos de la Comunitat Valenciana ya no dan panga a los niños en sus dietas. De hecho, la empresa líder del sector, que controla los menús de alrededor de 300 centros -un tercio del total- dejó de distribuirlo entre los alumnos durante el curso escolar 2015-2016.

El motivo de aquella decisión no se encuentra en ninguna directriz de la Conselleria de Educación ni nada similar. Desde esta administración autonómica se remiten a lo que dicte la Conselleria de Sanidad, que avala que el panga cumple con los controles sanitarios pertinentes, por lo que, en estas circunstancias no va a prohibir su comercialización. La compañía de «catering» líder en los centros escolares valencianos eliminó el panga de sus menús por una mera decisión empresarial. Al parecer, cuando aparecieron las primeras quejas de padres de alumnos, decidieron prescindir del panga para mantener la confianza de sus clientes.

El uso del panga en comedores escolares, de hospitales o residencias está avalado por los controles sanitarios de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. Por eso mismo, según explicaron ayer fuentes de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia, el hecho de incluirlo en los menús depende completamente de la política empresarial de cada compañía.

Eso sí, aunque no es tóxico, los nutricionistas sí que coinciden en que tiene un valor nutricional muy pobre por su bajo contenido de omega 3.

Problema medioambiental

El argumento presentado por Carrefour para dejar de vender panga es de tipo medioambiental. La compañía insiste en que el pescado cumple con los estándares sanitarios, pero mantiene «dudas sobre el adverso impacto de las granjas de panga en el medio ambiente». Estos peces proceden, sobre todo, de granjas acuícolas en el río Mekong, considerado como uno de los más contaminados del mundo. Cuando llegó su venta masiva a España, el sector pesquero nacional ya mostró su recelo por su bajo precio. Según denuncian, en su lugar de origen, permanecen hacinados y en malas condiciones.

Pese a que supera los controles de la Unión Europea, en Noruega, Japón o Estados Unidos sí que está prohibida su venta.