Durante el turno de preguntas tras su conferencia en el Club de Encuentro Manuel Broseta, al ministro de Justicia Rafael Catalá Polo le preguntaron sobre «el desafío independista», la pregunta donde parecía encontrarse más cómodo el representante del ejecutivo central y que calificó como «el mayor problema político al que se enfrenta hoy España», sobre la presunción de inocencia o la revelación de sumarios judiciales aún declarados secretos.

Aunque la respuesta más polémica del ministro surgió tras responder a una pregunta sobre el derecho civil valenciano, suspendido tras el recurso judicial presentado por el Gobierno central, en la que salió a colación el ninguneo estatal al corredor mediterráneo o la financiación autonómica. «Creo que ha habido un poquito, un poquito de exageración en la importancia estratégica del corredor mediterráneo», aseguró sin pestañear el ministro de Justicia, Rafael Catalá Polo, buen conocedor de este asunto ya que fue secretario de Estado de Infraestructuras y efímero ministro de Fomento cuando su antecesora Ana Pastor tuvo que abandonar el ministerio en funciones para pilotar el Congreso de los Diputados.

Catalá Polo casi vino a defender que el corredor mediterráneo es una especie de entelequia, porque el porcentaje de mercancías que se mueve a través de este eje ferroviario en ancho internacional es ínfimo y residual: «Sólo representa el 3%», defendió. E incluso recordó que son los mismos operadores de mercancías los que no han apostado por el corredor ferroviario en ancho europeo desde Valencia hasta la frontera francesa, «porque no están preparados para ello». Y llegó más lejos al asegurar que la Comunitat Valenciana «no tiene una situación de deficiencia en puertos, aeropuertos y carreteras».